cartas

Mandato popular

El pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por la Constitución. Pero cuando los elige no les otorga un poder firmado en blanco. Legislador que al debatirse una ley no está en su banca defendiendo los intereses de sus representados habrá ignorado su misión; falta castigada con la anulación del voto de confianza que le fuera depositado en las urnas. Todo aquel que ocupe un cargo electivo en el gobierno debe recordar que su mandante no es el partido político que lo ofertó sino el pueblo que lo eligió. Sin embargo habría quienes estarían satisfechos de su actuación con tal que algunos de sus correligionarios imperen en un país donde vegetan en la miseria millones de sus conciudadanos. El pueblo argentino no quiere compasión ni caridad, el pueblo argentino demanda justicia y equidad.
Carlos Alberto Parachú