El ex marino Alfredo Astiz recuperó ayer la libertad merced al rechazo del gobierno nacional a extraditarlo a Italia, país que pretendía juzgarlo por delitos de lesa humanidad cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma) durante la pasada dictadura militar.
Tras haber permanecido un mes y 14 días preso, el ex represor quedó libre pasadas las 21 de ayer en los Tribunales Federales, donde había sido trasladado por orden de la jueza federal María Servini de Cubría.
"Argentina no va a conceder la extradición, haciendo uso del principio de territorialidad", anticipó el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini en una rueda de prensa que compartió con su colega brasileño, Celso Lafer, en el Palacio San Martín. El anuncio fue formulado antes de que Servini sea notificada de la decisión del gobierno de Fernando de la Rúa.
Cerca de las 18 la jueza recibió un informe con la posición del Ejecutivo y los antecedentes del caso que tramita en Italia el juez romano Claudio Tórtora, quien pidió -y consiguió- que su colega argentina ordenara la detención del ex represor en junio pasado. El fiscal Luis Comparatore dio su visto bueno a la liberación del detenido por entender que si Argentina no procederá al traslado de Astiz a Italia no existen razones para mantenerlo preso.
El ex integrante del grupo de tareas de la Esma, que alojó en la dictadura a unos 4 mil prisioneros, pasó sus 45 días de detención en dependencias de la Prefectura Naval en Zárate. Como el gobierno no reconoce la jurisdicción de los tribunales extranjeros para investigar los delitos perpetrados en el país durante la dictadura, era de esperar la decisión que tomó ayer Servini de Cubría.
En consonancia con las decisiones adoptadas durante la administración del detenido ex presidente Carlos Menem, el actual gobierno ha rechazado todos los pedidos de extradición a ex represores girados desde Europa, donde se sustancian juicios por genocidio y terrorismo de Estado en Sudamérica.
Astiz, de 49 años, quedó detenido el 1º de julio pasado, cuando se entregó voluntariamente en el Departamento Central de la Policía Federal luego de permanecer dos días prófugo y mientras pesaba en su contra la orden de arresto dispuesta por la magistrada, quien se había hecho eco de la requisitoria de su colega romano Tórtora, que le atribuye responsabilidad a Astiz en la desaparición de la embarazada Susana Pegoraro, su padre Giovanni Pegoraro y la ciudadana italiana Angela María Aieta.
Por su parte, Rodríguez Giavarini precisó ayer que recibió dos requerimientos, uno de Italia y otro de Francia, para la extradición de Astiz. Luego aclaró que en el pedido proveniente de Italia "hay involucrados otros nombres que no han aparecido en otras causas", por lo que "ha sido girado a la Justicia para que comience la investigación sobre esta situación que involucra al ciudadano Astiz". Al justificar el rechazo a los reclamos de extradición, el canciller destacó que "Argentina toma esta decisión dentro de acuerdos internacionales y de la ley nacional".
El ex teniente de navío es investigado también por la Justicia de Suecia a raíz del secuestro y desaparición de la joven sueca Dagmar Hagelin. Francia, en tanto, condenó a Astiz a reclusión perpetua por la desaparición de las religiosas Alice Domon y Leonie Duquet, secuestradas junto a una decena de personas en la Iglesia porteña de la Santa Cruz, donde se reunían familiares de prisioneros de la dictadura.
El paradero de las monjas y de los familiares, entre los que figuraba la primera titular del movimiento de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, nunca fue establecido. Las víctimas pasaron a engrosar la nómina de desaparecidos.
Si bien la sentencia por la desaparición de las religiosas fue dictada en Francia el 16 de marzo de 1990, la abogada francesa Sophie Thonon logró que su país renovara los reclamos para la extradición de Astiz una vez que la jueza Servini procedió al arresto del ex marino en el marco del juicio que sustancia Italia.
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La Ciudad
