En una reunión celebrada anoche, los integrantes de la comisión directiva canalla decidieron no ceder a las presiones que ejerce la barra brava auriazul, y en conjunto resolvieron rechazar el pedido económico de los muchachos del tablón y adoptar las medidas necesarias para contrarrestar esta exigencia, que jurídicamente podría encuadrarse en tentativa de extorsión.
Sin dudas que este encuentro generó el nerviosismo lógico entre los directivos, debido al clima de temor que oportunamente se originó por las distintas amenazas de las que fueron víctimas algunos dirigentes y familiares directos.
Debido a esto, en un principio se había decidido realizar una votación secreta para que cada uno de los dirigentes pudiera expresarse sin condicionamientos, pero anoche el presidente Víctor José Vesco le dijo a Ovacion que la misma quedó sin efecto y, ante la urgencia por resolver el tema del pago del aguinaldo al plantel (ver aparte), se convino en forma verbal "no tolerar ninguna presión de la barra brava".
El llamativo método de votación secreta consistía en la confección de papeles en los que aparecían impresos dos preguntas: 1º ¿Está de acuerdo en entregarle entradas gratis a la barra brava? 2º ¿Está de acuerdo en entregarle dinero a la barra brava? Y al lado de cada interrogante había dos casilleros con el sí y el no, el que según los respectivos criterios debían escoger marcando una cruz.
No obstante, el consenso entre los directivos por no ceder a las exigencias fue tan contundente como la coincidencia en la necesaria acción conjunta que deberán adoptar de ahora en más, ante un próximo incidente como los ya protagonizados por los líderes de los diferentes grupúsculos, y según le confiaron anoche a Ovacion, la comisión realizaría un pedido a las autoridades políticas, judiciales y policiales de medidas más rigurosas para prevenir y castigar a los barrabravas.
En este sentido, una fuente ligada a la institución admitió que existe "una profunda sensación de desprotección, porque hemos presentado en otras ocasiones las denuncias correspondientes pero el resultado no fue el esperado y estos personajes siguen actuando con total impunidad, a tal punto que no existe explicación de cómo una persona con tantos antecedentes como el Chaperito pueda salir y entrar del país cuando quiere, ya que estuvo con nosotros en México en ocasión del partido por la Copa Libertadores ante el Cruz Azul".
De acuerdo con lo que manifestó un directivo antes de la reunión, también se iba a proponer que "el club no se haga cargo del dinero que eventualmente y obligado por las circunstancias algún dirigente le entregue a la barra brava. Si alguno lo hace será por su cuenta, porque si tenemos problemas para pagarle al plantel y a los empleados, no les vamos a entregar plata a estos delincuentes".
En cuanto a esto, el debate quedó postergado para la próxima reunión de la comisión directiva.
Está claro que las exigencias de los barrabravas, comunes a los distintos clubes argentinos, representan la constitución de una caja negra de difícil control, ya que estos buenos muchachos no entregan comprobante alguno.
Así entonces, la comisión directiva de Central inició el difícil y espinoso camino de resistir las presiones de los diferentes grupos que componen esta lamentable realidad denominada barra brava, y mucho dependerá de la fortaleza de los dirigentes y de la colaboración de la policía y de la Justicia para modificarla de una buena vez.
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La Ciudad
