La utilización de una línea de crédito contingente acordada entre el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y un grupo de bancos internacionales en el año 97, se convirtió en las últimas horas en el foco de conflicto entre las entidades con presencia en el país y aquellas que sólo tienen representaciones.
El acuerdo alcanzado con los bancos obligaba a las entidades financieras a entregar al Estado nacional títulos de la deuda, más específicamente FRB (con respaldo del Tesoro de los Estados Unidos), para superar un eventual estado de iliquidez del sistema financiero. Por este seguro, la Argentina paga un 0,35% anual.
Sin embargo, pareciera no estar disponible en el momento en que se lo necesita. De acuerdo a fuentes del sector financiero, los bancos que no operan en el mercado local consideran que la línea de crédito es impracticable en las condiciones actuales porque los FRB perdieron liquidez en el mercado luego del megacanje y ahora el Banco Central propone concretar la operación con bonos Global 2008, entre otros.
"Algunos bancos no quieren ahora aceptar la utilización de bonos globales (como el que vence en el 2008) y argumentan ante el Central que ellos firmaron en su momento con el aval de los FRB que están garantizados por el Tesoro de Estados Unidos", sostienen algunos banqueros locales, que por lo bajo critican la actitud de sus pares.
Un acuerdo que peligra
Esta línea de crédito, acordada por la autoridad monetaria en 1997 cuando Pedro Pou conducía la institución, estaba destinada únicamente para hacer frente a eventualidades. En los últimos días salió a la luz ante la caída de reservas y retiro de depósitos. Fuentes bancarias recordaron que originalmente este préstamo de contingencia era por 6.500 millones, luego se bajó a 4.500 millones, y ahora "se está hablando de 1.600 millones".
Sin embargo, confiaron que la utilización de esta suerte de seguro para momentos de alta iliquidez "está aún en negociaciones, ya que algunos bancos -básicamente europeos- sostienen que su participación estaba comprometida con bonos Brady, principalmente FRB, que perdieron liquidez luego del megacanje de deuda realizado por el gobierno".
En tanto, en Economía deslindan responsabilidades y aseguran que "es un problema del Central con algunos bancos europeos que no tienen presencia en el país", y catalogaron la justificación de las entidades como un argumento "sin sustento".
La disputa tiene, como costado adicional, el hecho de que el Estado vino desembolsando entre 15 y 20 millones de dólares anuales para sostener la línea de crédito vigente, pero algunos de los bancos que cobraban esa comisión se niegan ahora a hacer efectivo el desembolso.
El tema, que generó disputas en la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), surge en el momento en que la Argentina negocia un préstamo adicional con el Fondo Monetario Internacional (FMI) destinado a fortalecer el sistema financiero.
Cuando se gestionó esta línea contingente a través de operaciones de recompra vía pases, 14 entidades se sumaron a la inciativa del Central. Las que comprometieron su participación originalmente fueron el HSBC, Societé Generale, Chase Manhatan Bank, Deutsche Bank, Dresdner Bank, UBS Warburg, Lehman Brothers, Tokio Mitshubishi International, ING Bank, BNP Paribas, Credite Agricole Indosues, Citibank, y el Banco Latinoamericano de Exportaciones.
Sobre la activación de esta operatoria, en la autoridad monetaria destacan que "no se está pensando en utilizar la totalidad de la disponibilidad, sino una parte", en referencia a los 1.600 millones. La activación derivaría en otra línea firmada por el Central, el Banco Mundial (BID) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en julio de 1999, por 500 millones cada una, según explicó una fuente del BCRA.
La fuente agregó que los títulos deben ser recomprados por los bancos a los dos años como máximo, y que el costo para el Estado es de tasa Libor más dos puntos.
También consideraron que toda la disputa es una jugada de algunas entidades para asegurarse que la Argentina no va a entrar en una cesación de pagos.