Acuerdo sobre juzgados para causas concursales

Miguel Raspall (*)

El año pasado dimos noticia por este medio de la caótica situación que se vive en la Justicia rosarina por el gran incremento de causas concursales. Demostramos que la cantidad de juicios ingresantes, más los que están tramitando, que llevan un largo período en cada uno de los juzgados hasta su conclusión, excedió largamente la capacidad humana y material con que éstos cuentan.
Propiciamos entonces la creación para Rosario de juzgados de fuero especial concursal como ya tienen otras provincias y mostramos gráficamente la enorme diferencia de estructura física y humana de que disponen esos fueros especiales para atender sus causas concursales, con relación a nuestros propios medios.
Interesa destacar ahora el importante acuerdo pleno que la Cámara de Apelaciones de Rosario emitió en fecha 9 de diciembre de 2000. En el mismo expone a la Suprema Corte de Justicia de la provincia las razones por las cuales considera necesarios los juzgados especiales concursales y solicita la creación de cinco de primera instancia de Distrito Civil y Comercial, a los cuales se les asignaría en forma exclusiva y excluyente las causas concursales (concursos de todo tipo) y también la liquidación judicial de entidades aseguradoras y mutuales, financieras, de fondos de jubilación y pensión, fideicomisos de entidades deportivas y procesos de disolución y liquidación de personas jurídicas en general. Este acuerdo es de máxima importancia, puesto que la Cámara de Apelaciones de Rosario se hace eco del reclamo de los jueces de distrito, de los justiciables, de los abogados a través de este instituto y avanza decididamente en la dirección correcta y necesaria.
Desde diciembre del 2000, en que la Cámara de Apelaciones en pleno de Rosario emitió el acuerdo, hasta la actualidad, no ha existido ninguna comunicación ni anoticiamiento de que tal petición encontrara eco suficiente en el máximo tribunal provincial.
Resta entonces que la Corte Suprema se identifique con la necesidad existente, la asuma como una realidad ineludible y se expida favorablemente en el mismo sentido que lo ha hecho la Cámara de Apelaciones, realizando los actos necesarios para poder arribar prontamente a la creación de los juzgados que provean algún alivio a jueces y justiciables y garanticen un mínimo de eficiencia y seguridad en esta desbordante materia.

(*) Presidente del Instituto de Derecho Concursal. En conjunto con sus miembros Ricardo Ruiz, Indiana Micelli, Florencia Bolero, Stella Bertune, Gloria Torresi, Silvana García y Alicia S. Pereyra