Luego de diez días de encierro los 12 participantes de la segunda edición de "Gran Hermano", concientes del éxito del programa, dieron indicios de cuál será el rol que cada uno jugará en la casa e hicieron lo imposible para demostrar que es mentira la sensación de que en "la casa no pasa nada".
A diferencia del envío anterior, en el que los jóvenes se mostraron más aplacados durante los primeros días de encierro, el nuevo y desinhibido grupo se encargó de hacer de todo -bailaron, cantaron, saltaron, se espiaron entre ellos y hasta alguno se emborrachó- para dejar en claro que la selección de participantes apuntó más al entretenimiento directo que a un ensayo sociológico televisado.
"No te preocupes, ahora empieza lo mejor", le dijo a modo de consuelo la rubia Magaly a Gonzalo, quien lloraba luego de haberse enterado de su nominación junto a Luis. "Lo mejor está afuera, ahora vienen las invitaciones a todos los programas y todo eso", agregó la chica para aliviar la pena del joven que sueña con ser un famoso cantante.
Con personalidades fuertemente marcadas, cuerpos estilizados y caras atractivas en el caso de las chicas -que en esta edición no superan los 24 años de edad- y con carácteres muy heterogéneos pero que en su mayoría coinciden con una mirada un tanto machista, en el caso de los muchachos, el casting de esta versión de "Gran Hermano" apuntó -como ya se hizo en "El bar"- a generar el cruce de personalidades como entretenimiento para el espectador. Silvina, una de las participantes, es una rosarina que se fue a vivir a Buenos Aires hace tres años, a pesar de que su familia sigue viviendo en Rosario.
Con la excitación y la euforia que puede generar en los chicos un viaje de egresados, pero con el objetivo claro y poco pretencioso de llamar la atención para "trascender" y pasar a convertirse en una Tamara o un Gastón (dos de los íconos del primer ciclo), los actuales participantes se dedicaron a mostrar lo mejor y lo peor de sí mismos.
Aunque en ese devenir desbordado, olvidaron lo único que debían recordar: girar a tiempo un reloj de arena (lo que les significó un 40 por ciento menos del presupuesto).
El reino de las adulaciones
"Convivir no es tan fácil como parece", dijo Solita Silveyra para presentar un bloque sobre las discusiones entre la exuberante Ximena ("La Negra", como la apodaron la conductora y el resto de los participantes) y el quisquilloso y nominado Luis acerca de la estadía de los perros Palmito y Malena en el hogar.
La conductora, que desde la semana pasada ostenta un look renovado y juvenil, también fue aportando lo suyo para hacer de este ciclo un producto atractivo para la audiencia al insistir con el reparto de frases elogiosas y exageradamente cariñosas a cada uno de los participantes.
"Mi mariposita", bautizó Soledad a la actriz Yazmín, "sos tan expresiva que me gustaría utilizar tu gestualidad para mi carrera", fue uno de los piropos que Silveyra repartió indiscriminadamente.
La ahora animadora, además confundió frases comunes con algunas reflexiones como cuando Gonzalo deslizó: "Sos una institución para mí", un elogio al que Solita respondió: "Te amo, me emocionaste, esta reflexión fue lo más lindo".
En ese reino de la adulación que es el "producto Gran Hermano", ya parece haber quedado desactualizada la polémica en torno a si los chicos se mueven a partir de un guión entregado por los responsables del programa para garantizar el ritmo del mismo. Por ahora Telefé está más que satisfecha con las mediciones de audiencia de la segunda parte del ciclo: según la telemisora el programa alcanzó un promedio de 23.1 en su primera semana de salida al aire, superando en 9 puntos a los números de la semana inaugural del primer ciclo.
Mientras tanto, una de las ex participantes (Lorena) inició un juicio contra la productora local de "Gran Hermano" y en la revista Veintitres reveló el contenido del contrato en el cual, entre otros detalles, se indica que Telefé podrá elegir al ganador de "Gran Hermano", desvirtuando así la "participación" del televidente y poniendo en cuestión el millonario negocio de las líneas de 0-600 habilitadas para el voto de la audiencia.
La Ciudad
