Año CXXXIV
 Nº 49.206
Rosario,
domingo  12 de
agosto de 2001
Min 17º
Máx 27º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Los reventadores de cerraduras están a la orden del día
Una clásica modalidad de robo se pasea impune por Rosario
Los autos sin alarma son las víctimas más comunes. Muchos seguros ya cubren los arreglos. Los cerrajeros, a full

"Me bajé un minuto y me reventaron el auto para llevarse el estéreo". La queja ya es un clásico en las reuniones de café, en los encuentros familiares o simplemente en cada esquina de la ciudad. Es que el robo de elementos en el interior de los vehículos experimentó en los últimos meses un notable crecimiento, a tal punto que las cerrajerías consultadas por La Capital admitieron estar arreglando "entre tres o cuatro cerraduras de autos por día". La metodología siempre es la misma: los delincuentes rompen el tambor del cerrojo de puertas y baúles con una velocidad asombrosa. Atendiendo a este fenómeno, algunas compañías aseguradoras ya empezaron a cubrir los gastos de estos arreglos y las roturas de cristales laterales.
"Estos tipos -por los delincuentes- no tienen escrúpulos, no hay nada que los acobarde, no los frena una alarma ni nada", señaló Lucas, un empleado de una cerrajería céntrica que admitió estar arreglando "entre tres y cuatro autos por día". Los clientes son, en su mayoría, personas que se bajaron dos minutos y dejaron alguna cartera o algún saco en el asiento. "En muy poco tiempo les rompen la cerradura, o directamente les destrozan el vidrio para robar lo que hay en el interior", explicó Lucas.
A la hora de especificar si este tipo de delito se comete en algún momento especial del día, los cerrajeros, policías, productores de seguros y víctimas de robos consultados coincidieron en señalar que "no hay horarios. Acá da lo mismo si son las dos de la tarde o las cuatro de la madrugada", indicaron.

Seguro de cerradura
Según reveló Francisco Ruiz Díaz, productor de seguros de La Segunda, en esa empresa se recepcionan "entre tres o cuatro denuncias diarias por rotura de cerraduras. Estamos notando que esta modalidad se está incrementando, lo que sucede es que la desesperación lleva a la gente a intentar robar hasta un paraguas que esté adentro de un auto", dijo.
Es tal el auge de este tipo de siniestros, que La Segunda implementó desde hace al menos un año una cobertura completa contra terceros que cubre la rotura de cerraduras laterales y de la tapa del baúl, al igual que los cristales laterales. De este modo, la aseguradora se hace cargo de los gastos por el arreglo de los cerrojos hasta un monto de 150 pesos.
En San Cristóbal, en tanto, la modalidad tampoco pasó desapercibida. Desde hace unos dos meses, esa aseguradora también se hace cargo del arreglo de las cerraduras violentadas. "Al que tiene un seguro contra tercero que incluye robo total y parcial nosotros le cubrimos el costo de los arreglos hasta un monto de 200 pesos", explicó un productor.
Otra que no se quedó atrás es la aseguradora Rivadavia. "En realidad, la cobertura por rotura de cerraduras la implementamos hace seis años", indicó el gerente de la sucursal Rosario, Omar Corona, quien subrayó que en esa empresa "se recepcionan entre 8 y 10 denuncias mensuales" por esa modalidad de robo.

Una acción rápida
"Los delincuentes actúan en cuestión de minutos y se llevan cualquier elemento que esté adentro del vehículo", explicó un integrante de la brigada de Investigaciones de la Unidad Regional II. El policía subrayó además que "los autos preferidos para reventarles las cerraduras son los que no tienen alarma". Por eso, los fabricantes e instaladores de estos dispositivos también se están haciendo la temporada.
El procedimiento para cometer el robo es sencillo. "Utilizan generalmente una ganzúa o algún elemento con punta y hacen girar el tambor hasta que salta el seguro", explicó el investigador.
Una característica común de esta modalidad delictiva en crecimiento es que quienes la cometen son generalmente menores de edad. Las fuentes policiales consultadas coincidieron en señalar que "se trata de chicos que tienen entre 14 y 17 años".
El radio de acción en el que actúan es la zona del micro y macrocentro, aunque los productores les suman las zonas cercanas a las plazas y hospitales. Es más, todos confesaron haber sido víctimas en algún momento del accionar de estos jóvenes delincuentes.
"Acá es una cuestión casi cotidiana. A los empleados de la empresa les rompen las cerraduras de los autos a diario", dijo Ruiz Díaz, de La Segunda. A su relato se sumaron el de innumerables víctimas. Como Marcelo (38 años) a quien le robaron del baúl de un Renault 12 una cámara fotográfica, una bicicleta infantil y un asiento de autos para niños. Y Daniel (37) sufrió el robo de tres pasacasetes de su Fiat Uno.
"Es totalmente común, al que no le pasó es porque tiene una suerte increíble", agregaron desde San Cristóbal. Es el caso de Adrián (37), que se salvó, pero al que le podría haber pasado lo mismo: en dos oportunidades le forzaron la cerradura, pero no llegaron a robarle de adentro de su Renault 9. Tampoco lo consiguieron con Eugenia (23) a la que le quisieron robar la nafta y encontró forzada la tapa del tanque de su Gol.

El auto en la puerta
Mientras tanto, los expertos de la ganzúa siguen recorriendo las calles en busca de algún conductor desprevenido que deje algo sobre un asiento y se baje unos minutos de su auto. El descuido puede ser el prólogo del robo.
En otros casos, los conductores de bolsillos flacos -cada vez más numerosos en esta ciudad- se ven obligados a ahorrar forzosamente el alquiler de una cochera y dejar su auto en la calle. Así, el vehículo se convierte en un botín irresistible para quienes adoran apoderarse de lo ajeno.
Clásicas modalidades de delitos que la realidad social rosarina empuja a crecer día a día. Reventadores de cerraduras, que les dicen.
D.V.


Diario La Capital todos los derechos reservados