Mauricio Maronna
Curioso destino el de René Bonetto. Después de varios años de combatir la política económica de Domingo Cavallo con decenas de tractorazos, e inaugurar desde la Federación Agraria la metodología de los cortes de rutas, ahora le toca convivir bajo el mismo techo oficialista con el dirigente mediterráneo y soportar la acción de los piqueteros que le reclaman al secretario de Provincias del Ministerio del Interior la implementación de Planes Trabajar. "Cavallo es el gran responsable, junto a Carlos Menem, de la crisis económica y social que vive la Argentina. Pero a Cavallo lo convocó este gobierno, que es mi gobierno...", intenta despejar el funcionario durante una entrevista con La Capital, antes de contar una jugosa anécdota sobre el cruce que tuvo con el jefe del Palacio de Hacienda, el día de su asunción. Bonetto admite la gravísima situación que atraviesa el país y la falta de recursos para paliar el drama del desempleo, aunque lanza datos reveladores sobre presuntos hechos de corrupción que hacen presagiar un tormentoso futuro judicial para quienes fueron conspicuos funcionarios de la administración menemista. "La distribución de los ATN mereció denuncias del gobierno aliancista y de legisladores. Hay una causa que está manejando el juez (Jorge) Urso sobre malversación de fondos públicos en el período 90/91. Si esta investigación se lleva a fondo estamos a las puertas del próximo gran escándalo nacional", dispara con su inocultable tonada cordobesa. -Desde su ámbito se maneja la distribución de los ATN, hoy tan cuestionados y, a la vez, imprescindibles como forma de subsistencia para muchas familias que no tienen ingresos. -Es solamente una parte de las atribuciones que tiene la Secretaría. Un amigo me dijo que en vez de Aportes del Tesoro Nacional, esa sigla significa "Ahora Tenemos Nada". Pero, si hacemos un poquito de historia, lo que hasta el 99, con la gestión anterior, superó lo 400 millones de pesos anuales fue recortado por el gobierno de la Alianza: en el 2000 fueron 120 millones y en el 2001 están quedando 70 millones para ATN. Y buena parte de esa cifra ya se ha distribuido. Por eso muchos me critican, pero no puedo prometer lo que no tengo. Los convenios firmados con las provincias suman mucho más que esos 70 millones que tenemos para repartir hasta fin de año. -¿El gobierno anterior le dejó tierra arrasada en la Secretaría de Provincias? -Muchísimos hechos están siendo investigados por la Justicia. La distribución de los ATN mereció denuncias del gobierno aliancista y de legisladores. Hay una causa que está manejando el juez (Jorge) Urso sobre malversación de fondos públicos en el período 90/91. Si esta investigación se lleva a fondo estamos a las puertas del próximo gran escándalo nacional. -¿Podría citar a alguna de las piedras del escándalo? -En el 99, el 20 por ciento de los ATN (cuando se repartieron 420 millones) no tenían documentación respaldatoria, un gran porcentaje se asignó violando la ley que establece que se destinan a los gobiernos provinciales y, por medio de estos, a municipios y comunas para desequilibrios financieros o emergencias. Encontramos que se dieron cifras demasiado significativas a fundaciones inexistentes, a personas físicas e, incluso, se solventaron con ATN eventos deportivos por montos escandalosos e injustificables. Faltan 84 millones de dólares solamente del 99. -Pero el gobierno nacional pareció haber cometido una gran imprudencia al eliminar buena parte de esa asistencia. Los conflictos sociales comenzaron a estallar y los piqueteros se convirtieron en otro grupo de presión. -La orden del ministro del Interior y del jefe de Gabinete es ajustar la distribución a lo que marca la coparticipación federal de impuestos. Por lo tanto, el ATN se otorga después de todo un proceso que, es verdad, lentifica esa entrega. Pero usted no se olvide que en el gobierno menemista hubo muchísimo más dinero, pero también corruptela y desequilibrios que llevaron al país a esta situación. -¿Cómo está Santa Fe respecto a las otras provincias "grandes"? -Si tenemos en cuenta la frialdad de los números, hay provincias que están muy mal, otras regular y algunas que se encuentran muy bien. La provincia peor administrada es Buenos Aires, lo dicen los números: hubo un gran crecimiento espectacular del gasto público y del endeudamiento durante los años de Duhalde. Y Ruckauf no produjo las reformas que la provincia necesitaba. Hoy el escenario es muy malo: no puede pagar sueldos y el Banco de de Buenos Aires está casi quebrado, sostenido por el Nación y el Central. Y, del medio para arriba, hay provincias como Santa Fe, que es un Estado bien administrado, aunque (Carlos) Reutemann carece de proyectos -Desde el otro lado del mostrador, como dirigente agrario, usted combatió hasta el extremo a Cavallo. ¿Ahora duerme con el enemigo? -Yo reivindico todas las expresiones de Raúl Alfonsín. Domingo Felipe Cavallo es el gran responsable, junto a Carlos Menem, de la crisis económica y social que vive la Argentina. Pero a Cavallo lo convocó este gobierno, que es mi gobierno... -Tremenda contradicción, ¿no? -Me crucé con Cavallo el 29 de marzo, cuando asumí en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno. Y cuando me vino a saludar, le dije: "Te deseo éxito y estoy dispuesto a ayudarte a reparar los graves daños que le provocaste a la Argentina". Se sorprendió mucho, pero no podía decirle otra cosa. -Cavallo llegó como el "salvador" del gobierno... -Los hechos demostraron que no hay salvadores providenciales y que el mercado no tiene corazón.
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