Hermes Binner es pasajero de colectivos según declara públicamente y comprueba que el servicio ha mejorado. Ya la ficción reflejó la presencia de pasajeros difícilmente identificables cargando sobre la comandante que encarnó Sigourney Weaver el extenuante esfuerzo de evitar su reproducción. La ligereza con que Binner se autodefine como usuario del transporte urbano es exactamente proporcional a la asumida como máxima autoridad política de Rosario, al vender sin ponerse colorado, durante 5 años y medio, las maravillas de un sistema reservado a las ciudades de más alta jerarquía. Si Binner cree que el transporte de pasajeros es bueno y mejora tengo derecho a pensar que así como a Yrigoyen le editaban "La Prensa" para inventarle un país, al intendente le arriman colectivos especiales para que elogie el servicio.
Estamos encuadernando los folletos "Rosario Informa" que usted recibe con las boletas para pagar las tasas municipales, edulcorante imaginado originalmente para que, mientras junta los pesitos de la boleta, se solaza leyendo la novela de los Julio Verne contratados por el Partido Socialista Popular para escribir, por entregas, la novela de Rosario. Uno de los temas que asombrará al lector es el referido al transporte urbano, tratado por los libretistas de Binner con inaudita desfachatez. La recopilación permitirá advertir cómo hemos sido engañados. ¿Se acuerdan de los fabulosos ómnibus gigantes articulados con el fuelle en el medio?
Recuerdos, nada más
¿Se acuerdan de las fantásticas unidades 0 kilómetro avanzando majestuosas por las troncales para recoger en los climatizados y modernísimos centros de transferencia donde un guardián garantizaba nuestra seguridad, nos servirán gaseosas en verano y café en invierno, todo sincronizado a fracciones de segundo? ¿Se acuerdan de los ágiles y dinámicos colectivos barriales cargando casi puerta a puerta a los rosarinos felices de ser bellamente, rápidamente, eficientemente transportados? ¿Se acuerdan del juramento de mantener la tarifa a 60 centavos más que suficiente para financiar esta suntuosidad? ¿Se acuerdan del boleto multiuso por más de una hora? ¿Se acuerdan de los tranvías suizos? Era irrealizable pero el intendente impuso su novelería y ganó la re-elección. ¿Somos tan incautos para tragarnos esas monsergas socialistas? No, está ínsito en la naturaleza humana.
En 1620 Francis Bacon escribió la razón por la cual 380 años más tarde Binner nos engañó enseñando que "el hombre cree con más disposición lo que preferiría que fuera cierto". Es decir, las ganas y la necesidad colorean y malogran el examen sereno y por lo tanto no debemos atormentarnos, somos así.
Pero es incalificable que un gobernante haga a sus gobernados semejante superchería. La licitación está suspendida hasta después de las elecciones. Para suavizar la mentira, Binner pocos días atrás balbucea que el servicio ha mejorado y que es el más barato, 0.65 por viaje. Oculta todo el dinero del pueblo rosarino que se desplaza hacia los fundidos empresarios.
Ninguna garantía \
La licitación queda suspendida hasta noviembre, lo que nadie garantiza es que haya colectivos para entonces. Uno de cada 10 pasajeros que subía en julio del 2000, ya no lo hace. Se cae el 10% por año. Para colmo el gobierno nacional encabezado por De la Rúa -el candidato presidencial de Binner- sacudió a los empresarios del transporte 4 puntos más de aportes patronales y encima seguimos gimiendo para que compensen el aumento del gasoil.
Miguel Lifschitz, secretario de Servicios Públicos, va a Buenos Aires, llora ante el secretario de Transportes y vuelve abatido acusando a su propio gobierno de insensible. Entonces mira a Reutemann para que le arregle el transporte de Rosario. ¿No son patéticos? Coincidiendo con Robert Jackson, ministro de la Suprema Corte de Estados Unidos: "No es función del gobierno impedir que el ciudadano cometa un error; es derecho del ciudadano impedir que el gobierno lo cometa". ¿Es sostenible un gobierno que le hizo a esta ciudad semejante acumulación de mentiras? \Binner no tiene límites, fulmina y condena a Usandizaga pero pacta con él a través de sus concejales para aumentar el boleto castigando al pueblo.
Suspendieron la licitación del transporte urbano porque ya no quedan empresas para adjudicarla pero no bajan la licitación del mobiliario urbano. Sin licitación del transporte no hay licitación del mobiliario que son los refugios y centros de transferencia pero no la voltean, supongo, porque es una concesión graciosa al socialismo francés, ¿O no? Hipotéticamente: ¿el representante de Binner en el Enapro no traba la licitación porque dejaría afuera una empresa afín al Psoe español? Ese aroma ya se percibió en la telefonía. Digamos que fichan con la Internacional Socialista, duele suponer que usan el gobierno de Rosario para demostrarlo.
El 1º de agosto Binner declara: "Ajustar sí, pero no sobre el más débil" que no es exactamente lo que dice la demanda de una señora en un juzgado del Trabajo, el del doctor. Cingolani. Esto me recuerda la delicadeza de los demócratas progresistas pero cuando uno mira lo que ganan y quiénes están en el Ente Yacyretá, tiembla y le sacan 13% a jubilados y empleados de 500 pesos para arriba.
Dice Gabriel García Márquez, en "Recuerdos peregrinos": "Los recuerdos verdaderos parecían fantasmas pero los falsos eran tan convincentes que sustituían a la realidad". El gobierno de Binner coincide con esto último pero nosotros con una recomendación de Carl Sagan ("El mundo y sus demonios"): "Conocer estas mentiras completa nuestra caja de herramientas, hay que usarlas bien para detectar los camelos".
\(*) Concejal justicialista
La Ciudad
