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¿Peatonal o bicisenda? II

En mi carácter de concejala debo responder a la persona que publicó la carta de lectores el pasado miércoles 8 de agosto, con el título de "¿Peatonal o bicisenda?" ya que en el año 1998 presenté un proyecto de decreto aprobado en 1999 y actualmente en vigencia con las consideraciones que siguen: bulevar Oroño es uno de los lugares que más caracteriza la fisonomía de la ciudad, razón para que debamos preservarlo. Que desde la remodelación del paseo central y la transformación de los cordones correspondientes en los extremos de cada uno de sus tramos en rampas de acceso, se ha convertido en una bicisenda para la mayoría de los ciclistas sin serlo y no estando demarcado como tal. El decreto al que hago referencia, el 17.158, encomienda a la Municipalidad que en el plazo mínimo indispensable coloque vallas o barandas en el paseo central del bulevar Oroño desde Montevideo hasta avenida Rivadavia, ubicadas en la terminación de rampas existentes de manera que garanticen que éstas pueden ser utilizadas por peatones, restringiendo la utilización del lugar como bicisenda o como espacio de tránsito de cualquier otro rodado, y sin que esto modifique las rampas del lugar o dificulte su utilización por personas con movilidad reducida, discapacidad motriz o disminución física. En el artículo segundo queda especificado que se procederá a colocar carteles, con el distintivo de identificación "Símbolo internacional de acceso" para indicar la no existencia de barreras arquitectónicas y que señalicen la restricción de circular por el paseo con vehículos de cualquier tipo, aludiendo en los mismos a lo dispuesto en la materia por el Código Municipal de Faltas y del decreto Nº 16.107 del año 1999.
Daniela León, concejala