Los mayores problemas para los habitantes del centro rosarino son la seguridad, los residuos y el tránsito, pero en los barrios -aunque la seguridad también encabeza- es el transporte de colectivos el que cosecha amplia desaprobación. Así surgió de la última encuesta desarrollada por el Instituto de Desarrollo Regional (IDR) entre 400 vecinos de Rosario y que giró en torno a los servicios públicos básicos.
El transporte público sigue siendo el talón de Aquiles de la administración municipal, que en cambio es ampliamente valorada en la política de parques y paseos y de recolección de residuos. Este último servicio, el de recolección, fuera del centro es destacado como uno de los más positivos entre los que se prestan.
Relacionadas con la seguridad, fueron consideradas "casi alarmantes" por los encuestadores las respuestas recogidas en jurisdicción de la comisaría 15ª, sector comprendido al sur de calle Amenábar y al norte de Uriburu, entre Lagos y San Martín. Allí, el 68 por ciento de los vecinos (casi siete de cada 10) respondió que es el problema más grave que sufren en la vida diaria.
En la única seccional donde la seguridad apareció por debajo de otros dos problemas (con el 12 por ciento de las respuestas) fue en las seccionales 6ª y 7ª tomadas en conjunto; es decir, desde Santiago a Gutemberg, aproximadamente, y entre Pellegrini y la zona del parque Scalabrini Ortiz.
En cuanto a los servicios municipales, resultó llamativo que cuatro de ellos (recolección, parques y paseos, obras públicas y barrido y limpieza) hayan sido valorados por los vecinos por encima del sistema de salud pública.
Andrés Mautone, director del equipo que hizo la muestra, dijo que "a medida que los encuestadores se alejaban del centro aparecía la queja por el transporte, y a medida que se acercaban, eran los residuos".
"La gente del centro no se banca la basura en la calle -apuntó-, las bolsas rotas, esa imagen recurrente de los sábados, domingos a la noche".
Palabra de funcionario
Miguel Lifschitz, secretario de Servicios Públicos municipal y ex director del Plan Estratégico Rosario, tiene algo que decir a propósito de la encuesta.
-¿Le sorprende que la gente rescate como una de las mejores acciones la relativa a parques y paseos? \-No. Siempre ha sido una estrat..., mejor dicho, una prioridad de esta gestión municipal la recuperación de los espacios existentes y la incorporación de nuevos. Aunque le confieso que nos cuesta superar el déficit relativo a la extracción de árboles. Por lo costoso de la operación -hay que preservar los ejemplares- nos cuesta cumplir debidamente todos los reclamos de vecinos por raíces que les revientan las paredes, tapiales o veredas.
-El centro censura el problema de la basura.
-Fíjese que es precisamente el sector donde se implementó un refuerzo al servicio habitual de 20 a 23, a través de un camión que pasa después de ese horario. Hay dos fenómenos que se superponen y complican: uno es el aumento significativo del cirujeo, especialmente de quienes lo hacen no en carros, sino en bicicleta o a pie, y destrozan más las bolsas. El otro es la falta de disciplina de la población, que saca la basura mucho antes o después del camión. Si uno recorre el centro a las 12 de la noche, después que pasaron los recolectores ve que hay bolsitas en las veredas. Ese es un problema de convivencia.
-El 63 por ciento de los encuestados calificó de negativa la actuación en el transporte público. ¿Es la mayor promesa incumplida? \-No creo que haya que calificarla de esa manera. El del transporte es un problema crítico en todas las ciudades del país, atado a la crisis económica y a la falta de crecimiento. La verdadera solución al problema pasa por la generación de empleo y actividad económica; más ocupación y más trabajadores arriba de los colectivos.
Uno que pega duro
"Ahora lo único que falta es que le echen la culpa a la gente por la basura en el centro", declaró a La Capital el concejal Daniel Luna, radical pero adherido al flamante ARI de Lilita Carrió. Luna confesó estar "extrañado" de que la ponderación por ese servicio, tanto en el centro como en los barrios, no le haya dado peor a la Municipalidad.
"Creo que ello sucede, en parte, porque han acostumbrado al vecino de Rosario a vivir en una ciudad sucia", consideró.
Con relación a la desaprobación al sistema de transporte, el concejal dijo que "resulta obvia, era de esperar, ya que la Intendencia actuó con soberbia, mentiras y cometiendo un error atrás del otro. Tuvieron que dar marcha atrás hasta con el carril exclusivo de calle Corrientes, por el que habían insistido durante tanto tiempo", recordó.
Luna aseguró que "la Municipalidad sigue sin ejercer ningún tipo de control sobre los ómnibus que recorren la ciudad, actuando en connivencia con los prestatarios del servicio", esto es, los empresarios titulares de las líneas.