Las sucesivas reformas y recortes aplicados al sistema de seguridad social en los últimos cinco años hicieron resignar ingresos por 14 mil millones de pesos al sistema sanitario, mientras que las obras sociales perdieron más de dos millones de afiliados por el incremento de la desocupación y del trabajo en negro. Así lo reveló ayer el ex ministro de Salud bonaerense y rector del Instituto Universitario Isalud, Ginés González García, al disertar en el IV Congreso Argentino de Salud, organizado por la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (Acami), en Córdoba. El ex funcionario explicó, además, que el desfinanciamiento del sistema sanitario "condiciona el nivel de productividad" y termina "atentando contra el crecimiento económico de una Nación " . En tanto, el ministro Lombardo -al cerrar el congreso- afirmó que "el ajuste en el área de Salud no representa ninguna restricción en las tareas asistenciales que brinda el ministerio y sólo reduce el salario de los que formamos parte del área". Según el estudio elaborado por la Fundación Isalud, en los últimos cinco años el sistema sanitario argentino dejó de percibir 14.726,4 millones de pesos como consecuencia de las medidas implementadas para hacer "más competitiva la economía y la salud, e incluyeron una fuerte rebaja de aportes patronales, que benefició principalmente a las empresas privatizadas". Sólo por la baja de los costos laborales, el sector sanitario perdió 3.752,3 millones de pesos desde 1995, indica el estudio. Al exponer durante la segunda jornada del congreso, González García criticó la "desfinanciación" que sufrió el sector en los últimos años, y consideró "ridículo y absurdo no entender que el nivel sanitario pauta la productividad de un país". El congreso reúne desde anteayer a más de un millar de expertos, entre médicos, sanitaristas, representantes de obras sociales, empresarios de medicina prepaga, economistas, legisladores y funcionarios. En el marco del congreso, los especialistas elaboraron un diagnóstico sobre la crisis que atraviesa el sistema sanitario argentino, donde una de cada tres personas carece de cobertura médica, por lo cual debe recurrir a un hospital público en crisis como única alternativa de atención y tiene vedado el acceso a descuentos en los precios de medicamentos por no tener obra social. "El 20 por ciento más pobre de la población deja de adquirir medicamentos con una frecuencia cinco veces mayor que el 20 por ciento más rico, y muchos argentinos que se sienten enfermos, ni siquiera concurren a los hospitales por no enfrentarse con una revisión médica que terminará con una receta que no podrán pagar", señaló González García.
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