Los errores se pagan caros y al país el rebrote de aftosa le dejó severas consecuencias. El cierre de los mercados internacionales tuvo un alto impacto en la industria frigorífica que estima alrededor de 500 millones de pérdidas por la caída de las exportaciones. Más 4.500 empleados de esta actividad se encuentran sin trabajo y los productores están enfrentando una caída de alrededor del 10% en el precio del novillo, además de los costos provocados por la inmovilización de hacienda. Difícil es cuantificar cuánto es lo que perdió el país con el rebrote de la aftosa pero el mayor impacto lo están sufriendo la industria frigorífica y los productores ganaderos. "Si tomamos las exportaciones,desde abril hasta esta parte, se han perdido alrededor de 50 millones por mes", explicó Miguel Schiariti, presidente Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de Argentina, Ciccra. El último informe de la entidad señala una caída del 86 por ciento en las exportaciones de cortes cárnicos enfriados, contrastadas con las ventas externas realizadas en igual período de 2000. Siguiendo con los números, la entidad estimó que la faena cayó alrededor de 11,4%, lo que implicó una baja del 10% en el valor del novillo. Acorde con estas cifras, el centro de cómputos del Mercado de Liniers, da cuenta de un derrumbe cotidiano, en el valor de la hacienda, rondando una media semanal que supera levemente los 0,75 centavos por kilo vivo. "El volumen que no fue exportado se está volcando al mercado interno, lo que genera una depresión en el precio de la carne y las consecuencias en toda la cadena cárnica", advirtió Schiariti. Por otra parte, la crisis de la aftosa fue el golpe final para muchos frigoríficos que venían soportando los efectos de la recesión, y alrededor de seis industrias importantes entraron en procesos de convocatoria de acreedores. "Más de 4.500 empleados de plantas en todo el país quedaron suspendidos, a la espera de que se pueda revertir esta situación", indicó el empresario. En Santa Fe son más de 2000. Sobre este punto, el empresario especificó que en unas pocas provincias llegaron los subsidios de apoyo para los desafectados, comprometidos por la Nación. También manifestó la lentitud. Si bien el gobierno insiste que en noviembre los mercados externos estarían de nuevo abiertos para las carnes argentinas, el empresario estima que con suerte sería a principio del año que viene. "En la medida que Economía cumpla con lo que prometió como los créditos y los subsidios para los desempleados, las industrias van a poder campear el impacto. Y es necesario que sea inmediatamente ya que de otra manera la situación se va empeorar", enfatizó.
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