Sophie Thonon es una abogada francesa que patrocina numerosas causas penales que se tramitan en su país natal por violación de los derechos humanos durante la última dictadura militar en la Argentina. Ayer estuvo en Rosario para cumplir con su objetivo: recabar pruebas sobre la desaparición del joven galo Yves Alain Domergue, ocurrida en entre el 20 y el 26 de septiembre de 1976.
Domergue nació el 8 de agosto de 1954 en París. "Yves era muy chico cuando llegó a la Argentina por cuestiones de trabajo de su padre. Estudiaba Ingeniería en la Capital Federal y desarrolló una militancia en el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) que lo llevó hasta Rosario", relató Thonon a La Capital.
Si bien no hay una fecha concreta sobre su desaparición, "el dato que más se repite" es el que da cuenta de que el joven -conocido también como el Francés o Lechuga- habría estado detenido en el Batallón de Comunicaciones 121, según reveló la letrada. "Después no sabemos absolutamente nada de lo que pasó", agregó.
La desaparición de Domergue fue denunciada por nota al gobernador de Santa Fe, en 1977. Cuatro años después, sus padres reclamaron ante el Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de la embajada de Francia. Además, se presentaron tres hábeas corpus en las cámaras federales de Buenos Aires, Rosario y La Plata. El hecho está registrado en el legajo 1.568 de la Conadep.
Lo cierto es que la instrucción de los casos en Francia se está activando antes de su paso a la Corte Penal y, por este motivo, Thonon enfatizó que "ahora" es el momento de recolectar la mayor cantidad de datos posibles para poder cruzarlos con los ya existentes.
Llamado urgente
"Hago un llamado muy solemne para que todas las personas que hayan conocido a Yves en la militancia o en la universidad, o que hayan presenciado el momento de su rapto en la vía pública, se acerquen al estudio de la abogada rosarina Matilde Bruera. Hasta los indicios muy lejanos sirven, porque siempre surgen nuevos elementos", explicó Thonon, quien subrayó que "lo más interesante sería la aparición de un testigo que haya visto a Domergue en algún centro de detención".
Tras reiterar que el objetivo de su fugaz paso por Rosario es recolectar la mayor cantidad de información posible sobre el caso, la abogada aprovechó la oportunidad para renovar su apoyo "a colegas como Bruera, a los organismos defensores de los derechos humanos y a los familiares de desaparecidos, que están trabajando con muchísima constancia en un contexto que es muy difícil".
Otra de las causas que patrocina Thonon se vincula al secuestro y las torturas cometidas contra la francesa Marie An Erize, quien el 15 de octubre de 1976 desapareció en San Juan, a los 24 años.
La letrada pidió la detención del mayor retirado del Ejército y abogado Jorge Olivera, quien en agosto del año pasado cayó en Roma cuando se aprestaba a volver a la Argentina. Sin embargo, tras pasar 42 días preso en Italia, la Corte de Apelaciones lo dejó en libertad.
"Fue una detención ejemplar por la que trabajamos mucho, pero le siguió una decisión totalmente violenta y espantosa de la Justicia italiana, que se denigró", rememoró Thonon. Y, pese a resaltar que Olivera "ahora es una persona marcada porque todos saben muy bien quién es él", la abogada sentenció: "La Argentina es un lindo país, una prisión demasiado dorada para el ex mayor u otros".
De todos modos, Thonon destacó un elemento "muy importante" que se desprendió de este caso: la difusión de detalles sobre el cruento accionar del aparato represivo sanjuanino. "Hay testigos que aseguraron haber sido torturados por Olivera, o padres que dijeron que sus hijos desaparecieron por culpa del ex militar", comentó la letrada.
A la hora de analizar las leyes de obediencia debida y punto final y los controvertidos indultos decretados por el ex presidente Carlos Menem, Thonon reconoció que Francia también tiene sus "páginas negras" con respecto a las normas de amnistía a raíz de la guerra de Argelia.
En ese sentido, citó el caso de un militar galo "al que seguramente vamos a condenar por apología del crimen, no por lo que él hizo sino por lo que dijo, como (el represor de la Esma Alfredo) Astiz".
No obstante, la abogada marcó diferencias: "Es cierto que esas leyes (las de perdón) son típicas, (Augusto) Pinochet hizo lo mismo en Chile. Pero la diferencia aquí (en la Argentina) es que la democracia organizó esas normas. Después vino Menem, quien abrió otro capítulo".
En esa línea, Thonon recordó que las polémicas leyes fueron consideradas por los franceses como "una vergüenza para un país como la Argentina, que se pretendía democrático".
"Irrumpió a plena luz la fuerza de los sectores de extrema derecha del Ejército. Fue como si el aparato represivo siguiera igual. Ahora la situación de los militares cambió bastante, pero a esas normas nosotros las vimos totalmente incompatibles con la democracia y, por sobre todas las cosas, como una amenaza para el futuro", sentenció.
Por último, Thonon elogió el trabajo de los abogados argentinos que vienen fogoneando los denominados Juicios por la Verdad. "Tuvieron la chance de crear una jurisprudencia muy innovadora y pasar por encima de las leyes de impunidad en la medida de lo posible, algo que demuestra que los crímenes de lesa humanidad no se pueden tapar así nomás", concluyó.