El ex suboficial del Ejército y ex militante del Modín Jorge Pacífico, uno de los 11 imputados en el juicio por supuesto robo de armas y explosivos, denunció ayer que fue torturado por el comisario bonaerense Angel Salguero, jefe del operativo que culminó con las detenciones, para que asumiera su participación en el ataque terrorista a la sede de la Amia.
Al declarar en el juicio que se le sigue junto a otros nueve ex militares y un civil por acopio de armas para luego venderlas, el ex carapintada Pacífico dijo que fue "sometido a torturas y a golpes" por Salguero en la ex Brigada de Quilmes, adonde fue llevado luego de ser detenido, en 1995.
"Me humillaba, me decía que iba a asesinar a mi familia y que tenía que entregar a (Emilio) Morelo", entonces diputado del Modín, la fuerza creada por el ex carapintada Aldo Rico, también con la pretensión de que lo involucrara en el ataque a la mutual judía que en 1994 provocó 85 muertes.
"Yo le dije que no, que (Morelo) era un líder político para mí y que no iba a arruinar su carrera", aseveró Pacífico. En 1995 el juez Juan Galeano, que investigó el ataque a la Amia, ordenó allanar la casa de Morelo pero no pudo cumplir el trámite por los fueros del legislador. "Yo era el vehículo", dijo más tarde el acusado.
Incluso, Pacífico reseñó que el día del atentado él estaba cerca pero colaboró con el rescate de las víctimas y que conoció el nombre de la Amia por los medios.
La declaración de Pacífico era una de las más esperadas del juicio que lleva adelante el Tribunal Oral Federal Número 4 en lo que se denominó la causa armia. Es que los acusados del supuesto robo de armas fueron detenidos por el juez Galeano mientras investigaba el atentado a la Amia.
En las dos horas y media que duró su declaración Pacífico recordó haber visto en "tres o cuatro" oportunidades en la Brigada de Quilmes al ex comisario Juan José Ribelli, actualmente detenido por el atentado a la Amia, una de ellas cuando salía del despacho de Salguero.
Ante una consulta del presidente del tribunal, el imputado dijo que las presuntas sesiones de tortura se hacían en el despacho de Salguero sin testigos y que los otros acusados (quienes se negaron a declarar) también fueron sufrieron tormentos.
Un curioso "pacifista"
Al borde del llanto, señaló que usa pelo largo con colita en "actitud de antibeligerancia" y que no tiene ni usa armas.
El imputado rechazó la responsabilidad en el hecho y cuestionó al ex suboficial del Ejército Juan Carlos Cope (quien declaró ayer que fue acusado por "despecho" por una mujer que practica el rito umbanda) a quien calificó como un "fabulador".
Pacífico y Cope fueron compañeros en la escuela de suboficiales del Ejército y volvieron a verse a mediados de 1994. En rigor, el elemento por el que se vio más comprometido fue una reunión que mantuvo con su ex colega, quien le presentó a un hombre conocido con el nombre ficticio de Daniel Graciano (el agente encubierto infiltrado por Galeano) "que pretendía comprar un helicóptero para usarlo en una zona cercana a Chile".
Pacífico le ofreció un helicóptero de un amigo suyo (ex integrante de la Fuerza Aérea y ex combatiente de Malvinas, José Bertolo), quien será citado a declarar.
El ex carapintada dijo desconocer el término "300 pan" que mencionaron sus interlocutores, para acompañar la venta de la nave, lo que supuestamente se trataría de armamento, y señaló que estuvo sólo diez minutos en la reunión ya que Graciano "para mí tenía la misma calidad de chanta que Cope".
"Cuando hablaban de «300 pan» no sabía si eran 300 kilos de trotyl o 300 ametralladoras PAM. Y si era así (a Cope) no lo tendría que haber llamado Graciano, lo tendrían que haber convocado, (el presidente de Libia, Muhamar) Kahddafi o el teniente (Ricardo) Brinzoni".
Pacífico rechazó cualquier participación en el ataque a la Amia e incluso dijo que el día del episodio tuvo un encuentro con un amigo en un bar de Corrientes y Pasteur, a dos cuadras de la mutual.