Los pacientes con insuficiencia cardíaca disponen de un nuevo logro de la cardiología, que les permitirá mejorar la calidad de vida. Mediante la colocación de un pequeño dispositivo que modula la sincronización de la contracción del músculo cardíaco y facilita al corazón debilitado el aprovechamiento de sus funciones, tiene la posibilidad de retrasar el trasplante y hasta podrá evitarlo. "La insuficiencia cardíaca produce invalidez no sólo a las personas mayores, sino también a aquellos entre los 40 y 60 años", afirmó a La Capital el doctor Ernesto Paolasso, director médico del Instituto Cardiovascular de Rosario (ICR).
"La incidencia de la enfermedad va en aumento progresivo y alrededor del 2020 aumentará hasta veinte veces los valores actuales, provocando una epidemia de enfermedades y muertes cardiovasculares, sobre todo en los países en desarrollo", agregó.
Síntomas delatores
El especialista, que coordinó la primera intervención en Rosario para la colocación del novedoso dispositivo, explicó que "los pacientes con insuficiencia cardíaca son aquellos que tienen disminuido el poder de contracción del corazón". El órgano funciona como una bomba mecánica que desagua la sangre del pulmón impulsándola a toda la periferia para que funcionen los órganos, sobre todo el cerebro.
Las personas más vulnerables son aquellas que han padecido uno o más infartos o han tenido alguna enfermedad primaria del músculo cardíaco, como el Chagas, o que sufrieron cualquier otra miocarditis o inflamación del músculo. Estos quedan con un corazón con menor fuerza, que progresivamente se va dilatando.
"Esas personas notan un cambio. Se empiezan a agitar, tienen fatiga para caminar; después no pueden subir un piso de escalera, según el grado de insuficiencia cardíaca. Suelen ahogarse, sufren hinchazón en las piernas y problemas en el hígado, entre otros", apuntó Paolasso.
En un grupo importante de pacientes con insuficiencia cardíaca además de esa fuerza disminuida del corazón para bombear sangre, la contracción se desincroniza y se vuelve más inefectiva, a la vez que disminuye el rendimiento cardíaco.
Tecnología en miniatura
Gracias a la carrera espacial y la alta tecnología se ha desarrollado una novedosa técnica que comenzó a utilizarse hace poco más de un año en el mundo, y en Rosario, la pasada semana en el Instituto Cardiovascular. "El dispositivo resincronizador de la contracción es un aparato del tamaño de un marcapasos (la mitad de un paquete de cigarrillos), que se coloca a través de una incisión cutánea pequeña sobre la tetilla derecha, y de la cual sale un catéter de conducción eléctrica, que conecta al corazón", explica el doctor Paolasso.
La intervención efectuada en el instituto rosarino estuvo a cargo de los doctores Carlos Poy y Alfredo del Río (h), directores de los departamentos de Insuficiencia Cardíaca y de Arritmias respectivamente.
Luego de la colocación del dispositivo el paciente permaneció internado durante 48 horas y luego se retiró a su domicilio. "Hoy puede caminar 25 cuadras, mientras que antes de la intervención no podía hacer más de 200 metros", agregó Paolasso.
El dispositivo tiene tres funciones. La primera es similar a la de un marcapasos y actúa cuando los latidos del corazón disminuyen la frecuencia. El desfibrilador se pone en funcionamiento cuando el paciente sufre una arritmia grave o un paro cardíaco. "Finalmente, y esto es lo novedoso, resincroniza con un impulso eléctrico la contracción de las fibras cardíacas y eso hace que mejore el rendimiento del músculo deteriorado entre un 20 y 30%", afirmó.
El pequeño aparato tiene una duración similar al marcapasos y cuenta con circuitos eléctricos muy sofisticados que se han miniaturizado de tal manera que es imposible verlos desde el exterior. Sus medidas son un centímetro de espesor y 5 cm de diámetro.
"En este tiempo de desesperanzas se trata de una buena noticia para las personas que sufren de este mal", concluyó el especialista.
La Ciudad
