La audiencia pública para debatir el proyecto de ley de radiodifusión estuvo cargada de fuertes discursos contra la monopolización de los medios impuesta desde Buenos Aires. Ante un panel encabezado por el gobernador Carlos Reutemann y el intendente Hermes Binner, más de 40 ponencias reflejaron como denominador común la negativa a la instalación de repetidoras y la defensa de la producción local. "Esta ley es una amenaza para Rosario. En sus artículos se habla de producción propia, y no de producción local, como si fuera apenas una diferencia lingüística", dijo el vicepresidente de Televisión Litoral, Avelino Méndez.
El marco previo del acto celebrado ayer, desde las 10 y hasta las 18, en el Complejo Cultural Parque España, mostró a las claras el peso específico del tema a tratar en la audiencia. A la presencia de Reutemann, Binner y sus principales funcionarios, se sumaron diputados nacionales y provinciales, concejales, empresarios de medios de comunicación, periodistas y hombres de la cultura rosarina.
Como si esto fuera poco, no faltaron los sindicalistas vinculados a los medios (Sindicato de Prensa, Sindicato Argentino de Televisión, y Federación Argentina de Trabajadores de Prensa), y representantes de la Asociación Bancaria, Judiciales y lucifuercistas. Estos últimos le pusieron música a la jornada, a puro bombo y redoblante, pero con otra intención. Su destinatario era el gobernador Reutemann, a quien no le perdonan que quiera privatizar la Empresa Provincial de la Energía.
Todo empezó cuando el maestro de ceremonias, Julio César Orselli, le entregó un libro con más de 75 mil firmas al presidente de la Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados de la Nación, Pedro Calvo. En esas firmas de la comunidad rosarina, de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y norte de Buenos Aires se manifestó un pedido expreso para que "no se permita la mutilación de las radios y canales de televisión del país". Y también un reclamo concreto para que se "impida el avance de los intereses de la Capital Federal, que sólo pretenden adueñarse de los medios de expresión sin conocer la realidad más allá de la General Paz".
Binner fue el primer panelista que desandó la larga lista de oradores. "En un mundo cada vez más globalizado no puede quedar desatendida la necesidad de la gente de reconocerse e identificarse con las creaciones y los valores locales", dijo el intendente, tras lo cual pidió un equilibrio entre lo local y lo global, y rechazó que los medios actúen "como meros repetidores de experiencias ajenas".
Trascartón, el interventor del Comité Nacional de Radiodifusión, Gustavo López, defendió con uñas y dientes el polémico proyecto. "En nombre del presidente de la Nación, vengo a defender la necesidad de una ley de la democracia -dijo-. Este proyecto está en un 80 por ciento absolutamente consensuado, y un 20 por ciento es imposible de consensuar por los intereses encontrados que están en juego", añadió.
El interventor insistió con que la iniciativa apunta a rescatar los productos y contenidos nacionales, que amplía la pluralidad y limita la concentración monopólica. Además, insistió con que el proyecto obliga a que se realicen tres horas diarias de producción local "contra menos de una hora que proponía la ley de la dictadura". Y negó que en el proyecto se mencione la palabra repetidora, "salvo para el multimedio del Estado".
Brandoni, un "extranjero" en Rosario
El diputado nacional Luis Brandoni fue quien replicó los duros embates de los asistentes a la audiencia pública. "Acá ha aparecido un fervor santafesino que reverdeció como nunca la antinomia Capital Federal versus interior del país, porque me siento un extranjero en Rosario".
Es más, Brandoni volvió a la carga y disparó: "¿Cómo pueden preguntarme si los diputados quieren terminar con la fuente de trabajo de los rosarinos?" y se autorespondió indignado: "Esto es una falacia, hay discursos demagógicos que aseguraban el despido de periodistas y locutores".
El actor y legislador no ahorró munición gruesa contra los canales de aire locales al fustigar: "La televisión de Rosario no es otra cosa que dos repetidoras: la ley establece tres horas por día de programación local y ninguno de los dos canales lo cumple".
La Ciudad
