Los proyectos de clonación humana anunciados por el ginecólogo italiano Severino Antinori y la secta de los raelianos serán confrontados por primera vez hoy con los datos suministrados por los creadores de la oveja Dolly, Ian Wilmut, y el ratón Cumulina, Ryuzo Yanagimachi, netamente opuestos a estos experimentos. La confrontación se llevará a cabo en Washington a pedido de la Academia de las Ciencias estadounidense, que deberá fijar posición ya que el gobierno de Bush todavía no fijó posición definitiva al respecto. Por un lado estará Antinori y su más estrecho colaborador, Panayotis Zavos, director del instituto de Andrología de Lexington, que acaban de anunciar que en noviembre darán inicio a las investigaciones para la clonación humana, con más de 200 voluntarios. También será escuchada Brigitte Boisselier, directora científica de la Clonaid y representante de los raelianos, el grupo inspirado en los extraterrestres que tiene intenciones de clonar un niño muerto hace años. Entre los detractores de la experimentación para la clonación humana estará el "padre" de Dolly, Wilmut, que dirige el instituto Roslin de Edimburgo, y Yanagimachi, de la Universidad de las islas Hawai, quien recientemente señaló con una serie de datos los riesgos de malformación en los clones. En las discusiones participarán numerosos genetistas, entre ellos Virginia Papaioannou y Eric Schon, de la Columbia University, el biólogo Rudolf Jaenisch, del MIT, Alan Colman, director de investigaciones de la PPL-Therapeutics, y el experto en células estaminales José Cibelli, de la Rockefeller University. Este nutrido grupo de científicos deberá responder a varias preguntas clave que servirán para compilar el informe pedido el 20 de julio pasado por la Academia de las Ciencias a un grupo de expertos destinado a esclarecer la cuestión de la clonación humana. Entre ellas, se destacan las referidas a los avances científicos en materia de clonación animal y si pueden ser utilizadas para clonar seres humanos, así como cuáles son los criterios médicos y científicos que se pueden utilizar para evaluar la seguridad de la clonación de seres humanos, y cómo se puede garantizar una conducta responsable. Antinori ya anticipó que la "clonación terapéutica" constituía un avance científico que no podía ni debía ser frenado. "La clonación nos ayudará a acabar con numerosas enfermedades, dará a los varones estériles la posibilidad de tener hijos. No podemos dejar pasar esta oportunidad", indicó el polémico médico. Debido a las prohibiciones de clonar humanos en distintos países, Antinori también manifestó que podría verse obligado a trabajar desde un barco en aguas internacionales. Pero no es el único en esta posición. Científicos estadounidenses ya han criticado la prohibición de concebir bebés clónicos a partir de adultos o de crear embriones para investigaciones médicas, y declararon que el temor a la cárcel o a sanciones para los que realicen estas prácticas puede llevarlos a emigrar al extranjero.
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