Protesta de un preso que pide ver a su familia

Un detenido alojado en Coronda que mantuvo una huelga de hambre durante unos 40 días para solicitar un traslado a un lugar más cercano a sus familiares, amenazó ayer con coserse la boca en reclamo de una respuesta por parte de las autoridades judiciales o del penal. El joven, de 21 años, y padre de un bebé de tres meses, fundamenta su pedido en que sus familiares no cuentan con dinero para costear el viaje para visitarlo. A modo de apoyo, otros presos alojados en el mismo pabellón se sumaron a la protesta durante la semana pasada.
El joven, Daniel Giménez, hizo llegar un nuevo pedido ayer, a través de una carta enviada a miembros de la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC) en la que denuncia falta de atención y maltrato por parte del personal penitenciario.
El muchacho estuvo internado hace unos 20 días a causa del deterioro físico que sufrió durante los primeros días de protesta. Luego, al regresar al penal, retomó la huelga y su estado empeoró, indicó su madre, Ramona Pereyra, de 52 años. El estado de salud de hijo impulsó a la mujer a presentar un hábeas corpus ante los tribunales rosarinos. Como respuesta, Giménez fue revisado por un médico forense "pero eso no resuelve la situación", explicó la madre del joven.
Pereyra explicó que Daniel sólo vio a su pequeño hijo cuando éste tenía 40 días de vida. "Lo tuvo media hora y con las esposas puestas cuando lo trajeron al Registro Civil para que lo anotara. Después no lo vio más", señaló.
La mujer explicó que su hijo fue trasladado a Coronda desde Carcarañá hace ocho meses y que el costo del pasaje les impide viajar a verlo. Por otra parte, Lilian Echegoy, de la CTC, señaló que el joven tenía buena conducta en el penal, pero su situación desmejoró a partir del nacimiento de su hijo, lo cual lo desesperó ante la imposibilidad de ver tanto al niño como a su mujer.