Dos hombres armados robaron ayer cuatro mil pesos en efectivo y la misma cantidad en cheques de una mutual del microcentro de la ciudad. Para ingresar, inmovilizaron a dos vigiladores privados a quienes despojaron de sus armas, y a los empleados. El asalto ocurrió a pocas cuadras y casi al mismo tiempo en que un hombre desataba una balacera para perseguir a un ladrón que lo había asaltado en su casa de Pellegrini al 1800.
El robo ocurrió cerca de las 12.30 en la Asociación Mutual entre Asociados de Seguro Metal (Amas) de Santiago 925 cuando los cuatro empleados de la entidad atendían a unos cinco adherentes. En ese momento, entraron dos hombres simulando ser clientes, pero la farsa duró poco. A los pocos metros, cuando llegaron a la casilla de vigilancia, uno de ellos inmovilizó a uno de los custodios y se apoderó de su arma reglamentaria. Poco segundos después, el otro guardia que estaba apostado en el local corrió la misma suerte.
Los dos vigiladores fueron encerrados en el baño y entonces, con la situación controlada, los ladrones, que estaban armados con pistolas de grueso calibre, se dirigieron a la oficina y obligaron a las nueve personas que estaban allí a tirarse al suelo boca abajo. "Preguntaron dónde estaba el dinero. Entonces la cajera les entregó cuatro mil pesos que estaba guardados en la caja", explicó Cristina Abram, contadora de Amas.
"No manejamos mucho dinero"
El dinero y los valores robados correspondían al movimiento habitual de la mutual que opera con cajas de ahorro abiertas por los asociados y otorga créditos a sus adherentes.
La contadora contó que en principio, los maleantes no se conformaron con el botín y exigieron más dinero. "Suponían que había más plata, pero lo tuvimos que convencer de que no había más. En realidad nunca tenemos demasiado dinero porque operamos con cheques. Por suerte uno (de los ladrones) parecía tranquilo, aunque el otro estaba nervioso", explicó Abram mientras dos compañeras de trabajo todavía parecían consternadas por el atraco sufrido ayer al mediodía.
Diez minutos después los ladrones decidieron emprender la huida, pero antes de irse, dejaron encerrados en el baño, bajo llave, a todos los presentes.
La mutual se conecta a través de una playa de estacionamiento con la compañía Segurometal, situada sobre Alvear a la misma altura. Entonces los gritos de las personas asaltadas alertados a los empleados de la firma de seguros. Los trabajadores acudieron al lugar y luego forzar la puerta del baño rescataron a las víctimas del robo cuando los asaltantes, "de unos 40 años", se habían esfumado sin ser vistos por ningún testigo.
Abram señaló que el robo fue denunciado en la comisaría 2ª. Los efectivos de esa seccional acudieron a la mutual e iniciaron la investigación del caso.