Rodolfo Montes
Liliana Chiernajowsky se inició políticamente en la JP de principios de los setenta. Luego sobrevivió a las infinitas vejaciones en la tristemente célebre Escuela de Mecánica de la Armada (Esma) durante la dictadura militar. Hoy, luego de la sorpresiva desvinculación de la vida política de su marido, Chacho Alvarez, es una de las voces duras del Frepaso contra el nuevo ajuste del gobierno de la Alianza. "Después de las coimas en el Senado, el Frepaso no puede compartir listas para las próximas elecciones con personajes que están sospechados", dijo a La Capital. Chiernajowsky, quien anunció su alejamiento de la Alianza, aclaró: "Sigo participando en el gobierno de la ciudad de Buenos Aires porque está encabezado por un compañero del Frepaso como Aníbal Ibarra y porque aquí no me siento violentada. Además, en la ciudad no necesitamos llevar adelante políticas de ajuste ni de reducciones salariales". -¿Le molesta que tomen sus opiniones como parte de la voz silenciada de Chacho? -Con Chacho tengo coincidencias muy importantes, y lo he acompañado en las decisiones más fuertes de su vida política. Pero mis opiniones son independientes, no le pido permiso a Chacho ni a nadie para opinar. Deseo que Chacho encuentre su momento para volver a la política, porque es un persona valiosa, honesta y creativa. El está haciendo su autocrítica. -¿Quedaron en deuda con las promesas del 99? -Sí, no supimos provocar un cambio importante en lo económico y en la forma de hacer y entender la política en la Argentina; era lo que le hubiera dado contenido al voto popular del 99. -¿Por eso Chacho se fue? -Los sobornos en el Senado fueron un tema paradigmático que debió aprovecharse para producir un corte con la cultura del menemismo y no se hizo. -¿Imagina, en un futuro cercano, un nuevo espacio de representación para la centroizquierda? -Creo en la construcción transversal: en todos los partidos hay gente valiosa y de la otra. Ese nuevo espacio que se viene ya tiene algunos protagonistas como Lilita Carrió, pero entiendo que habrá que esperar para tomar nuevas definiciones. Por ahora mi decisión es actuar al margen de la Alianza. -¿Qué respuestas puede dar el Frepaso en este contexto político? -El Frepaso tiene que tomar autonomía. Hay un razonamiento de parte de algunos compañeros que habla de "dar la pelea desde adentro" y no irse del todo del gobierno. Ante eso entiendo que si bien esa pelea existió y existe, tiene una incidencia casi nula. Las decisiones del gobierno ya están tomadas. O en todo caso se toman en un núcleo externo al gabinete, como el que componen De Santibañes, los hijos de De la Rúa y Nosiglia. Es el núcleo duro el que define y no tienen la decisión de plantarse ante quienes están generando un verdadero golpe de mercado. -¿El país está gobernado desde afuera del gabinete? -Cuando se impone el discurso económico que viene desde afuera de la política (el Cema, los Broda, los Escasany), que dice que si no seguimos ajustando vamos al desastre, se impone en los hechos un apriete de los grupos que ganan en la Argentina. Ellos nos dicen: "Piensen cualquier salida, la que quieran, pero a nosotros no nos toquen porque hacemos caer todo". Y la situación de gravedad que vive el país no se debe a los jubilados ni a los empleados estatales; se debe a las políticas económicas que mandan desde hace muchos años. -¿Fue un error apostar a la Alianza? -No en el sentido de crear un instrumento para interrumpir la fenomenal vocación del menemismo de perpetuarse en el poder. Esa es la justificación histórica. De lo contrario, en vez de tener a Menem preso, hoy lo tendríamos gobernando. -Pero luego decepcionó. -Mi evaluación es que como Frepaso podríamos haber seguido construyendo una alternativa, sin incluirnos en la Alianza. Ese hubiera sido un camino que si bien no nos permitía estar en el gobierno hoy, tal vez más adelante podría haber aportado al país. El Frepaso llegó al gobierno en un relación de fuerzas desfavorable y se abortó el proyecto propio. Veníamos de perder una interna mal y no pudimos establecer una lógica que dijera: "Somos el socio minoritario pero no estamos pintados". -¿Chacho se enamoró de Alfonsín? -No, él priorizó esa relación para tratar de mantener la presencia del Frepaso cercano a las decisiones del poder. Pero después todo entró en crisis. En el gabinete estableció una relación cercana con Machinea y trató de explorar otras opciones a la política del ajuste económico permanente.
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