Año CXXXIV
 Nº 49.199
Rosario,
domingo  05 de
agosto de 2001
Min 16º
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cartas
Los jóvenes y el alcohol

Soy una adolescente que como tantas tiene su grupo de amigas con las que sale y se divierte. Pero quiero decir que no estoy de acuerdo para nada con el consumo de alcohol entre los jóvenes. Pienso que por sobre todo tendrían que, en las instituciones educativas, instruirnos profundamente acerca de los efectos del alcohol en el cuerpo humano. En segundo lugar, debería cumplirse la ley de prohibición de venta de alcohol al menor, puesto que en estos días aumentó el porcentaje de chicos que consumen bebidas alcohólicas. Debería sancionarse severamente al vendedor de bebidas. Además he notado una de las causas por la que la gente de clase extremadamente baja consume más alcohol: si uno va a un supermercado y se fija detenidamente, se dará cuenta de que la caja de vino tinto más barata está a 0,49 peso y el agua mineral de un litro a 1,20 peso. Quiero decir con esto que el consumo de alcohol también es influido por la situación económica. Para brindarle un ejemplo cercano, el pasado sábado 2 de julio, mientras salía de un boliche bailable para menores de 16 años, noté que había un grupo de chicas un poco descontroladas. Una de ellas se cayó al suelo y quedó allí sin hacer movimiento. A muchos podría causarles gracia. Pensé al principio que se había desmayado, pero al acercarme, cuando tres chicos la levantaban, me di cuenta de que estaba alcoholizada. Sin ir más lejos volviendo a mi casa pude ver que a la salida de otro boliche, pero para mayores, un joven que no pasaba de los veinte años estaba en las mismas condiciones y para colmo iba manejando su auto terminó estrellado contra la puerta de una casa. Yo pregunto: ¿este conductor tenía idea del daño que iba a ocasionar? ¿Al gobierno, a la Municipalidad, no les importan la salud o nuestro bienestar? Cada día me desconciertan más.
Victoria Fuhrmann


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