| | cartas La discriminación y los talles de la ropa
| Días atrás, en ocasión del casamiento de mi hermano, tuve que vivir momentos muy desagradables al intentar adquirir la vestimenta adecuada para el acontecimiento. Cabe señalar que me considero una mujer joven, aunque mi peso sea de aproximadamente 139 kilogramos. Esto fue suficiente para que en casi todos los lugares de venta de ropa que consulté las respuestas eran reiterativas: ¡No, para usted, no hay talle!; ¿Para vos? ¡No, no hay! Cuando ya estaba casi vencida y resignada a mi mala suerte, al transitar por calle Entre Ríos al 800, de la vereda de los impares, ingresé en un comercio en el que además de encontrar todo lo que buscaba quedé impresionada por la excelente atención y la buena onda de su personal, que realmente me hizo sentir muy a gusto y, sobre todo, no discriminada. Beatriz de García
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