Mauricio Tallone
La espigada figura de Lucas Correa se sumerge en el césped que gobierna en la ciudad deportiva. Sus movimientos responden a los de un chico de barrio, nacido y criado en la aspereza de un potrero, donde la pelota siempre pica al revés y los futbolistas en ciernes dan vuelta alrededor de una idea fija: la de dominarla y darle un destino limpio y claro como el agua. Precisamente en eso anda Lucas, tratando de demostrar que sus herramientas de conquista pueden convertirse en la llave para abrir la puerta de la primera división.
Afuera de la cancha, el pibe también se anima. De a poco su introversión casi patológica se cae como un castillo de naipes y encarna sin dramas el papel de figurita promisoria, que la mayoría de los pibes de su edad desearían ocupar. Un estado de ánimo sumamente útil para los tiempos que corren. Porque este fútbol, en el que la expectativa se hace exigencia dramática, suele devorarse a quienes no se manejan con cautela. Y alrededor de Correa hay expectativa. De parte del hincha canalla, ansioso por disfrutar de otra joya hecha en casa, y sobre todo de Jota Jota, que observa en su juego la claridad que necesita el equipo para desairar rivales.
-¿Cuando arrancaste la pretemporada en Carlos Paz esperabas que ya integrarías el equipo titular?
-No, si bien cuando fui a la pretemporada soñaba con jugar algún día en la primera de Central nunca pensé que se me iba a dar todo tan rápido.
-Teniendo en cuenta tus 17 años y que Jota Jota siempre apostó por jugadores de experiencia, ¿es raro que se haya fijado en vos justo en este momento?
-Sí, puede ser. Creo que ahora estoy jugando porque justo se lesionó el Tom Arriola y el técnico se fijó en mí. Pero trato de estar tranquilo y de no desesperarme, soy consciente de que esto recién empieza.
-Pero parece que Jota Jota te tiene muy en cuenta porque el otro día declaró que si el campeonato empezaba este fin de semana ibas a jugar de titular.
-Me pone muy contento que un técnico tan prestigioso como Jota Jota haya declarado eso. Yo sé que me tiene en cuenta, pero hoy por hoy sólo quiero aprender.
-¿Cómo manejás el hecho de vivir tantas cosas con sólo 17 años?
-Trato de no pensar en eso, vivo este momento tranquilo, sabiendo que mi meta es llegar a jugar en la primera de Central.
-Más allá de que no lo quieras declarar abiertamente, ¿te sentís en igualdad de condiciones para pelearle un puesto a cualquiera?
-Yo no me siento titular, sólo quiero demostrarle al técnico que puedo estar en el equipo.
-¿Cuál es el cambio que notaste entre jugar con tus compañeros de inferiores a hacerlo al lado de Pizzi o Maceratesi?
-Por ejemplo en la primera tenés que desprenderte de la pelota más rápido porque enseguida tenés a un rival encima. Además jugando al lado de jugadores de la talla de Pizzi, Maceratesi o Vitamina tenés otras obligaciones. Un error te puede costar el puesto, en las inferiores tenés más posibilidades.
-Hablando de posiciones, Jota Jota no te ubicó de enganche, ¿te sentís cómodo jugando tan recostado por el sector izquierdo?
-Sí, no tengo problemas. A pesar de que en inferiores no tuve la chance de jugar en otro puesto que no sea de enganche, trato de adaptarme a lo que me pide el técnico.
-¿Qué te pidió específicamente Jota Jota?
-Nada extraño, quiere que aproveche al máximo el andarivel izquierdo y que me junte con los delanteros.
-Como lo hiciste en la práctica del miércoles cuando le serviste el gol a Pizzi.
-Sí, gracias a Dios con Juan no estamos entendiendo muy bien. Es muy fácil jugar al lado de él.
-¿Dónde te ves en la primera fecha ante Lanús?
-Ojalá que adentro de la cancha. Pero si no me toca jugar voy a estar contento igual.
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La Ciudad
