-¿Este es el regreso de Porota? -No, me desprendo de Porota. No hay construcción de personajes, soy yo haciendo mis monólogos desde mi singularidad. Sí regreso a escena con Juan Carlos Abdo, una relación que empezó con "Rosario, cuna de grandes", con la cual ganamos el primer premio del concurso de coproducciones organizado por la Municipalidad. Después trabajamos mucho en bares haciendo "Pizza con Porota" y "Porota verano cóctel". -¿De qué hablan tus personajes? -De la soledad en Rosario, de lo que significa estar sola para mujeres de más de 40 años, de la educación de los hijos, de la pérdida de autoridad, de la escuela primaria. -¿Te basaste en tu experiencia para los monólogos? -Mía y de mis amigas, algunas que no paran de tomar cursos para poder encontrar un hombre, algo que es muy difícil en Rosario. Conozco gente que no para de tomar cursos de ikebana, teatro danza, básquet, bochas, lo que sea, y especialmente clases de tango, porque hay una norma en las academias y es que nadie puede negarse cuando lo sacan a bailar, entonces son ellas las que invitan a los tipos. -¿Cómo interviene Juan Carlos Abdo? -El es un profesor que enseña a tener orgasmos. Partimos del supuesto de que hay una investigación científica que determinó que la mujer después de tres años de fingir el orgasmo, finalmente lo logra, y hay una academia donde se enseña. -¿También escribiste sus textos? -No, sus monólogos son de él, y como es psicólogo, habla de las terapias freudiana ortodoxa, lacaniana, pichoniana, gestáltica. -¿Nada da resultado? -Viene complicado, pero no es imposible. Parece grave, pero creo que lo que hay que hacer es implementar estrategias. También cuenta que quedan pocos hombres y los que están disponibles ya están con sus parejas pasadas, presentes o múltiples. -¿A qué se refiere el título? -Es una cita de una biografía de Federico Fellini. El decía que el italiano en general, y el romano en particular, es una persona que es muy ignorante y se jacta de eso y lo considera un derecho, y que es feliz hablando de los temas más domésticos y cotidianos. -¿La actuación está cediendo espacio a la escritura? -De alguna manera sí. Ahora estoy terminando otra obra con la supervisión de Mauricio Kartún, "Tito Parlante"; también terminé otra llamada "Italia chiamó". Casi todas mis obras son comedias dramáticas o grotescos, pero en cambio "La ignorancia..." es humor puro. -¿Escribís tus obras porque no encontrás otras más adecuadas? -No, para nada. Escribir me apasiona y tengo necesidad de narrarme. Hay cantidad de textos maravillosos de autores nacionales o locales como Lauro Campos o Mirko Buchín, por mencionar dos, pero esto surge de mi necesidad de contarme y hablar en primera persona.
| Con su show, Gioia desea pintar a las mujeres rosarinas. | | Ampliar Foto | | |
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