Año CXXXIV
 Nº 49.199
Rosario,
domingo  05 de
agosto de 2001
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Cuatro estrenos de cine en la mira de Escenario
Son "El planeta de los simios", "La comunidad", "Pan y tulipanes" y "El último contrato"

La remake de "El planeta de los simios" de Tim Burton; la española "La comunidad" de Alex de la Iglesia; la italiana "Pan y tulipanes"; y la sueca "El último contrato", los cuatro estrenos de esta semana en los cines de Rosario en la mira de Escenario.

"El planeta de los simios"
El gran desafío de "El planeta de los simios", tanto de la versión original como de su remake, fue lograr que los primates resultaran verosímiles para el gran público, y el éxito del proyecto se debió, básicamente, a la habilidad de los diseñadores de las máscaras que se usó para caracterizar a los actores. Paradójicamente, la película, a través de una metáfora simple y directa, no pretende más que mostrar al hombre tal cual es. Sin máscaras. Porque, más allá de las especulaciones darwinescas, detrás del rostro humano, ése que se ufana orgulloso de su civilización, oculta otro rostro, salvaje, que pocos quieren ver y menos, mostrar. Un rostro que la novela de Pierre Boulle, en la que se basa la historia que narra el filme, tiene los rasgos inconfundibles de un simio.
La película original, estrenada en plena Guerra Fría, era un alegato antibelicista. La remake rodada por Tim Burton, atenta a los tiempos que corren, explora otros caminos. Se aleja del compromiso para internarse de lleno en el entretenimiento, y es ahí, un territorio que el realizador de "El joven manos de tijera" conoce a la perfección, donde da rienda suelta a su oscura imaginación. Así es como "El planeta de los simios", como antes lo fue "Batman", en manos de Tim Burton es una obra original. Cine de autor. Pero también un gran espectáculo hollywoodense. Y ése esa es su virtud.
Cal: 4 estrellas \R.L.

"La comunidad"
En "La comunidad" hay una mujer que casualmente encuentra una fortuna y un tesoro al que un grupo de vecinos estuvo esperando años para echarle mano. La lucha por quedarse con los millones, que pertenecían a un viejo avaro recién fallecido, tendrá las consecuencias más insospechadas. El planteo no pasaría de tener buenos momentos de simple thriller si no fuera por la sonrisa torcida y la mirada corrosiva de Alex de la Iglesia.
Durante toda la película, el español logra crear un persistente clima opresivo que se libera en el momento justo con la risita entre dientes. Yendo del terror a la comedia, De la Iglesia retrata con maestría a ese grupo de vecinos y una enemiga que están jugados a escapar de la miseria de sus vidas cotidianas.
No faltan los homenajes a Alfred Hitchcock, Roman Polanski y Darío Argento, por no nombrar las desopilantes referencias a "La guerra de las galaxias". El director tampoco se priva de caer en ciertos desbordes, que ya parecen ser parte de su estilo.
La actuación de Carmen Maura es un capítulo aparte. La mayor parte del tiempo el peso de la película recae sobre sus espaldas (literalmente, porque hay mucho trabajo físico). Liberada del corset que le supo imponer Almodóvar, la actriz se muestra como nunca. Con un solo gesto su personaje transmuta de valiente a temeroso, de torpe a sexy o de sincero a tramposo. El resto del elenco no desentona, y forma parte de una comunidad en la que cualquiera podría sentirse reflejado pero a la que nadie querría pertenecer.
Cal: 4 estrellas \C.T.

"Pan y tulipanes"
Pocas máximas son tan manidas como aquella que ordena disfrutar de las cosas cotidianas de la vida. Pocos lugares comunes son tan repetitivos como aquellos que pregonan el disfrute de los detalles de la vida. Pero pocas películas logran alcanzar un mensaje tan claro como manido y repetitivo: la vida está ahí para vivirla y quien no lo hace carece de autoridad para culpar a los demás por esa falta.
Así, simple y llana, aunque tan deliciosa como graciosa, es la vida cotidiana de Rosalba, la protagonista de "Pan y tulipanes", una ama de casa italiana que decide separarse por un tiempo de su familia. Olvidada por un tour en una estación de ómnibus, Rosalba no espera que la vengan a buscar y se zambulle en su propio sueño: conocer Venecia y zafar de una vida gris.
Y quizás el filme comience allí, con la imagen de una mujer caminando sola, encontrando un amor por casualidad, construyendo amistades antes impensadas, y sobre, haciendo uso y abuso de su libertad. Lo demás es una dulce comedia sin golpes bajos, con personajes caricaturescos, pero creíbles en su humanidad, en su sinceridad, en su ternura. El director Soldini monta un relato exquisito en su pretensión y para ello muestra a una italianísima Licia Maglietta, colmada de belleza e inocencia. Como las cosas simples de la vida, sin eufemismos. Un verdadero hallazgo.
Cal: 4 estrellas \O.V.

"El último contrato"
En 1986 asesinaron de un balazo al primer ministro sueco, Olof Palme, en una calle de Estocolmo. El hecho real sirvió de base para que el director sueco Kjell Sundvall montara una ficción policial donde se presenta una confusa maraña conspirativa en la que se introduce un inquieto y joven policía.
La película se centra sobre dos ejes fundamentales: los resortes internos que se activan cuando un policía deja la violencia de las calles instado por su esposa y se sumerge en un mundo donde descubre una violencia que es infinitamente peor, y "los asuntos de Estado", que pueden convertir a la vida humana en un mero expediente a cumplir para salir de una crisis.
A medida que progresa el relato con buen ritmo en la narración y con imágenes que muestran escenarios poco conocidos, como los de la geografía sueca, la película logra transmitir la densidad de una atmósfera conspirativa que se convierte en asfixiante al mezclarse con la crisis personal del protagonista.
El juego entre realidad y ficción hace que resulte creíble la teoría que plantea la historia sobre quién, cómo y por qué decidió la muerte del primer ministro de un país que considera a la democracia como uno de sus bienes intocables.
El filme es inaugurado por imágenes documentales de las guerras mundiales, y la violencia combinada con la política se muestra en todas sus formas conocidas. Sobre el final se acuña una lapidaria frase que dice algo así como: "La democracia no es más que una de las formas de la ilusión".
Cal: 3 estrellas \M.M.



"El planeta de los simios": El verdadero rostro humano.
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