Año CXXXIV
 Nº 49.199
Rosario,
domingo  05 de
agosto de 2001
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Sin pistas en la investigación de dos crímenes en la zona sur
Jorge Oviedo y Luciano Lanieri fueron agredidos en distintos casos ocurridos el 28 de mayo en jurisdicción de la comisaría 16ª. Ambos fallecieron anteayer

Como una macabra jugada del destino, Jorge Oviedo y Luciano Lanieri fueron víctimas de distintos hechos de violencia el mismo día y a pocas cuadras de distancia uno de otro, es decir en la misma jurisdicción policial. Como consecuencia de esos episodios, los dos tuvieron que ser internados en gravísimo estado en el Hospital de Emergencias (Heca) y tras una lenta agonía fallecieron el viernes a la noche. Ahora, la policía tiene otros dos homicidios que esclarecer, aunque fuentes de la investigación de esos casos admiten que hay pocos elementos como para llegar hasta los autores de esos crímenes.
Jorge Alberto Oviedo tenía 42 años y vivía en una humilde casilla del pasaje Morales al 3500. La zona es una villa miseria ubicada en Ayolas entre Chacabuco y Grandoli, jurisdicción de la seccional 16ª. La madrugada del 28 de mayo, Oviedo fue encontrado a pocos metros de su casa prácticamente inconsciente, con un terrible golpe en la cabeza.
Sus familiares lo llevaron al Heca, donde quedó internado en la sala de terapia intensiva. Oviedo nunca pudo relatar lo que le había sucedido porque jamás recuperó el conocimiento y los agentes de la seccional 16ª que investigaban el caso sólo accedieron a versiones de vecinos, con escasos datos concretos.
La hipótesis más firme por el momento se orienta hacia un homicidio en ocasión de robo. "Los familiares y amigos sostienen que fue golpeado al ser asaltado por un grupo de delincuentes, pero no aportan otro dato", comentó una fuente allegada a la investigación. En la seccional 16ª se tomaron varias declaraciones testimoniales, pero al parecer ninguna aportó lo necesario como para orientar la pesquisa.
El vocero consultado tampoco descartó que Oviedo haya recibido un golpe accidental. Lo que hasta ahora parece poco probable es que se haya tratado de un ajuste de cuentas, según esa fuente, ya que la víctima no tenía antecedentes penales. Oviedo nunca pudo recuperarse de la seria lesión que sufrió y el viernes, cerca de las 20, falleció. A partir de ese momento la carátula de la causa judicial cambió de "lesiones gravísimas" a "homicidio".

Acribillado
El otro caso es el de Luciano Lanieri, de 16 años. El mismo día que Oviedo, pero alrededor de las 17, el chico ingresó al Heca con tres heridas de bala en la zona toráxica, cerca de la axila derecha. Lanieri fue atacado cuando se desplazaba en bicicleta junto con dos amigos por Centeno y Ayacucho, también en jurisdicción de la 16ª.
De acuerdo a los escuetos testimonios que brindaron los compañeros de Lanieri, el autor de los disparos era un hombre joven que vestía una campera oscura y gorra de tela. "Ustedes se metieron conmigo", habrían sido las palabras que pronunció antes de disparar. Por ese motivo, los investigadores no dudan en calificar el hecho como un ajuste de cuentas entre delincuentes. Además, sostienen que la víctima contaba con antecedentes penales.
Las fuentes consultadas admiten que por ahora no hay pistas acerca de los agresores. "No hay testigos, y los compañeros del menor dieron descripciones muy imprecisas", opinaron. Por el momento, la única salida del caso tendría que ver con una mejicaneada. "Puede ser que los delincuentes de la zona se peleen entre ellos y alguno, por rencor, le cuente a la policía quién mató a ese chico", dijo un vocero.
Tanto el caso de Lanieri como el de Oviedo son investigados por la jueza de instrucción Susana de Pigliacampo.



La seccional 16ª investiga las causas de los homicidios.
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