cartas

Desafortunadas declaraciones

Las declaraciones del diputado provincial Hammerly defendiendo la bicameralidad de la Legislatura provincial y criticando la iniciativa en contrario de De la Sota y el referéndum que al respecto se hizo allí, acreditan que hay políticos que sostienen la permanencia de un statu quo dañino. Siempre ha sido injustificable la existencia de dos cámaras: de diputados y de senadores, en las legislaturas provinciales porque los pobladores de las provincias se sienten identificados con su localidad, provincia y país pero no con los departamentos, partidos o distritos en que se dividen las provincias. Máxime cuando dichas divisiones son arbitrarias como pasa por ejemplo en el departamento San Lorenzo que engloba localidades desconectadas entre sí. El costo de la legislatura no sólo tiene relación con el número de legisladores sino también con la totalidad de su personal, aspecto que omite Hammerly. Y es bien sabido que la mayoría de las legislaturas tienen personal excesivo. Pero, además, la bicameralidad de las legislaturas tiene un costo no visible pero muy importante que consiste en que complica y dilata el trámite de las leyes.
Raúl Ghione