Pablo R. Procopio
El "riesgo calor" de Rosario alcanzó los 31 grados a las 15.15. El parangón establecido entre los tan temidos puntos básicos del riesgo país y la marca térmica ocupó con tipografía catástrofe la pantalla del canal de noticias más visto. Una original manera de pintar un panorama poco común en pleno invierno cuando los argentinos ya casi no se sorprenden al enterarse de cifras extremadamente abultadas y fuera de lo normal. Y el clima no podía ser menos que la economía. Por lo pronto, los 31 grados se convirtieron en el registro más alto de ayer, aunque hoy se espera que el termómetro repita la marca: según el Canal del Tiempo, la máxima estará en 28 grados. La temperatura no pasó inadvertida. Es que hace varios años que el mes de agosto no registra tanto calor. Esto, sumado a la humedad, conforma un cóctel agobiante. El termómetro trepó a registros similares hace cinco años. Fue el 24 de agosto del 96 cuando se registraron 34,8 grados y, al año siguiente, 33. "El calor se debe a un centro de alta presión llamado de bloqueo", explicó Daniela Cabral desde el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Es común que esta condición no deje entrar el aire frío a la zona de Buenos Aires hacia el norte, obviamente con la inclusión de la provincia de Santa Fe. En rigor, el anticiclón de bloqueo está situado en la costa sur de Brasil sobre el océano Atlántico. Genera viento del sector norte y cielo prácticamente despejado. Esta circunstancia permitió que muchos se atrevieran a alzar sus rostros al sol sentados en algún banco de las plazas y parques. Aunque lo más llamativo fueron los escotes femeninos y, más aún, las musculosas ajustadas. En tanto, de abajo hacia arriba, las siluetas de las chicas estaban cubiertas con sugerentes minifaldas, lo que convirtió al centro rosarino en un agradable desfile de veranito. En los ascensores de una popular tienda, la empleada que permanentemente sube y baja con ellos, se cansó de que los clientes hicieran referencia a las atípicas temperaturas. El viento norte trastocó todos los planes y el crudo invierno, que hizo tiritar de frío a los rosarinos hasta hace cinco días con temperaturas que rayaban el bajo cero, mutó abruptamente. En efecto, se superaron las temperaturas máxima y mínima de este invierno. Los próximos días serán parecidos por lo menos hasta el domingo cuando se notará un descenso de temperatura con probabilidad de lluvias. Mientras, las marcas se van a mantener con los valores actuales. Habrá que volver a reemplazar el guiso de lentejas por el yogur y la manzana.
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