Tony Blair, primer ministro de Gran Bretaña, llegará hoy a Puerto Iguazú, provincia de Misiones, en la primera visita de un premier británico a Argentina tras 19 años de la guerra por las islas Malvinas, que dejó más de 900 muertos.
Los reclamos argentinos sobre la soberanía de las Malvinas no forman parte de la agenda del encuentro entre Blair y el presidente argentino, Fernando de la Rúa, según se ocuparon de señalar voceros de la delegación británica. En tanto, según trascendió, el gobierno del presidente De la Rúa espera un fuerte gesto de apoyo de Blair al duro programa de ajuste fiscal puesto en marcha para solucionar las severas dificultades económicas que atraviesa el país.
La trascendencia de la reunión entre Blair y De la Rúa se reflejó en el hermetismo del Palacio San Martín, sede de la Cancillería argentina, cuyas fuentes expresaron que los diplomáticos preferían evitar contactos con la prensa ante la inminencia del encuentro entre ambos gobernantes.
Las relaciones diplomáticas entre Argentina y Gran Bretaña fueron reanudadas en 1990 colocando el tema de Malvinas bajo un "paraguas", si bien el gobierno mantiene su reclamo sobre la soberanía de las islas.
Asimismo, el entonces presidente Carlos Menem realizó en 1999 la primera visita de un jefe de Estado argentino a Londres luego de la guerra, y dos meses después se restablecieron los vuelos comerciales entre el continente argentino y las islas. Además, Gran Bretaña levantó recientemente el veto que permitió a Argentina ser sede del Tratado Antártico.
El jefe de Estado argentino y el primer ministro británico participarán primero de un encuentro tripartito con el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, que se realizará al mediodía en la ciudad de Foz do Iguazú, del lado brasileño de las cataratas.
Desde allí, De la Rúa y Blair volarán en el avión presidencial argentino a la ciudad de Puerto Iguazú, adonde llevarán a cabo el encuentro bilateral, previsto para las 16, luego del cual regresarán a Brasil, en donde se despedirán las comitivas argentina y británica.
Protesta de ecologistas
Activistas de Greenpeace protestaron ayer en San Pablo contra Tony Blair por considerar que Gran Bretaña es uno de los principales compradores de madera extraída clandestinamente del Amazonas y retirada ilegalmente de Brasil.
Ecologistas que esperaron al primer ministro británico en la puerta del jardín botánico -donde Blair se reunió en la mañana con el gobernador de San Pablo, Geraldo Alckmim- desplegaron una pancarta que decía: "Tony Blair, mantén tu promesa". El premier británico sonrió y aceptó recibir una carta de Greenpeace en la que se le exigen medidas para poner fin al tráfico ilegal de madera.
"Blair prometió que trabajaría con los otros líderes del G-8 para acabar con el tráfico ilegal de madera, pero en la práctica no hizo nada", dijo el coordinador de la campaña Amazonia de Greenpeace, Paulo Adario. Según la organización ecologista, Gran Bretaña es el segundo comprador europeo de maderas tropicales, después de Francia.