La caída de importaciones provocó superávit en junio

El saldo positivo de la balanza comercial fue de 767 millones

Una fuerte caída en las importaciones permitió que la balanza comercial argentina registre en junio un superávit de 767 millones de dólares, resultado que eleva a 1.994 millones el saldo positivo del primer semestre del año.
Las importaciones en junio fueron de 1.754 millones de pesos, con una reducción interanual de 19 por ciento, mientras que las exportaciones ascendieron a 2.531 millones, lo que implica una mejora de 6 por ciento frente a igual mes del año pasado.
En la evaluación del primer semestre las exportaciones trepan a 13.450 millones de dólares, mostrando una alza de 3 por ciento respecto a igual período de 2000.
En ese mismo lapso las importaciones fueron de 11.456 millones, verificando una reducción de 6 por ciento, contra el período enero-junio del año pasando.
Las cifras corresponden a datos anticipados del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) referidas al intercambio comercial argentino, cuyas cifras definitivas serán difundidas el próximo 8 de agosto, de acuerdo con el cronograma del organismo. Al adelantar la información, el Indec señaló que en el valor de las exportaciones de junio de 2001 "debe considerarse una estimación preliminar en razón de haberse efectuado con un 10,5% de la documentación en trámite". El saldo positivo que arrojó la balanza comercial durante junio creció en 559 millones, respecto a los 208 millones de superávit que se había obtenido en igual mes de 2000.
En el balance semestral el superávit de 1.994 millones resultó 1.128 millones mayor a los 865 millones que se habían conseguido en el mismo período del año anterior.
En el resultado de junio comenzó a impactar la vigencia del "factor de empalme" para el comercio exterior, que modifica el tipo de cambio.
En la caída de las importaciones tuvieron una fuerte incidencia las modificaciones arancelarias e impositivas implementadas para el gobierno nacional para distintos segmentos de la actividad económica.
No obstante la contracción de las compras externas reflejan las consecuencias de la recesión, máxime cuando se observa que la tendencia anual se mantiene en caída.
En enero las importaciones crecieron un 5 por ciento respecto a igual mes del año pasado, pero a partir de ese mes comenzaron un paulatino descenso que se agudizó en junio.
En febrero, el análisis acumulado mostró una disminución de 2 por ciento; a marzo la caída trimestre contra trimestre fue de 3 por ciento; a abril la baja fue de 2 por ciento; a mayo la disminución trepó al 3 por ciento, cifra que se disparó al 6 por ciento en la comparación semestral.