Después de cinco meses de interrupción de la puesta en marcha del sistema y tras arduas negociaciones entre las compañías telefónicas y el gobierno, la Secretaría de Comunicaciones (Secom) informó ayer que a partir del 1º de septiembre comenzará a regir para los usuarios de telefonía móvil el sistema "el que llama paga" o Calling Party Pays (CPP). La modalidad había sido suspendida el 4 de mayo último tras haber detectado irregularidades en la implementación de los cambios por parte de las empresas, apenas cuatro días después de haberse puesto en práctica. Con la entrada en vigencia del Calling Party Pays, los usuarios de telefonía móvil no deberán pagar ningún cargo cuando se reciba una llamada desde otro celular. La implementación afectará mayoritariamente a los clientes con abonos que llamen a otros teléfonos celulares. Algunos usuarios de servicios prepagos pagan hoy una tarifa de 0,09 el minuto y ahora tendrán que afrontar una tarifa de casi el triple, de 0,25 pesos el minuto. Al menos, el sobrecargo será menor al que se aplicó durante pocos días en mayo, cuando alcanzaba 0,28 el minuto. CTI dijo ayer que sólo un seis por ciento de sus usuarios se verán afectados, porque el resto paga actualmente un tarifario mayor a los 0,25. Quienes no recibirán impacto con esta aplicación serán los usuarios que utilizan el sistema de tarjetas prepagas que representan casi el 70 por ciento de los clientes de telefonía móvil. De todos modos, este segmento es el que paga las tarifas más elevadas del mercado. La Secom fijó un cronograma de rebajas para el CPP de teléfonos fijos a móviles, lo que se traducirá en una disminución de los costos actuales. Desde el 1 de septiembre será más barato comunicarse de un teléfono fijo a un celular, ya que se rebajará de 31 a 29 centavos el minuto (6,5 por ciento menos), mientras que a partir del 1 de enero del 2002 el importe se reducirá a 28 centavos. La nueva medida establece también que todos los usuarios gozan de un plazo de 60 días (desde la entrada en vigencia de la norma), durante el cual podrán dar de baja al contrato que lo vincula con la compañía operadora, "sin penalidad alguna ni resarcimiento de ningún tipo", en caso que exista disconformidad con la implementación del sistema por parte de la empresa. Además, la Secom precisó que las empresas deberán informar a sus clientes el impacto que tendrá la puesta en marcha del Calling Party Pays en el valor de sus facturas, donde se deberán reflejar claramente los cargos cobrados para que el usuario pueda determinar como incide el CPP en sus abonos. El sistema de "el que llama paga" había sido suspendido el 4 de mayo último, ante las irregularidades detectadas en la implementación del mismo, y tras haber hecho un seguimiento de lo que las prestadoras le informaban a los clientes. El seguimiento de la Secom consistió en la grabación de más de 30 comunicaciones entre usuarios y las empresas prestadoras, en las que los clientes se quejaban por el aumento de las tarifas. La modalidad fue acordada el año pasado entre la Secom, las empresas prestadoras de telefonía móvil (Movicom BellSouth, Personal, Unifón, CTI Móvil y Nextel) y las compañías de telefonía fija: Telefónica y Telecom.
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