El gobierno finalmente no gravará con el impuesto a las transacciones financieras (ITF) las operaciones que se efectúen en cajas de ahorro a pesar de la expresa habilitación otorgada ayer por la ley de déficit cero que aprobó el Senado nacional. Así lo aseguró ayer el secretario de Ingresos Públicos, José María Farré, sin dar mayores detalles sobre los motivos que impulsaron a este nuevo cambio de rumbo en el manejo de las decisiones fiscales. El funcionario también anticipó que los los monotributistas -que no aportan IVA ni Ganancias- podrán desgravar el impuesto de los aportes patronales.
"Las cajas de ahorro seguirán estando exentes, como hasta el presente", dijo sorpresivamente ayer Farré en diálogo con los periodistas acreditados en el Palacio de Hacienda. Es que la ley aprobada en la madrugada de ayer por el Senado incluyó como pasible de tributación a "todos los movimientos de fondos, propios o de terceros, aún en efectivo que cualquier persona, incluidas las comprendidas en la ley de entidades financieras, efectúe por cuenta propia o pro cuenta y/o nombre de otras, cualesquiera sean los mecanismos utilizados para llevarlos a cabo" y sólo dejaba afuera del gravamen a los créditos en caja de ahorro o cuentas corrientes bancarias hasta la suma acreditada en concepto de sueldos del personal en relación de dependencia o de jubilaciones y pensiones, y los débitos en dichas cuentas hasta el mismo importe.
De todos modos, la ley facultó al Poder Ejecutivo a establecer exenciones totales o parciales del impuesto, mediante su reglamentación.
Alícuota al 0,6 por ciento
El secretario de Ingresos Públicos confirmó que la alícuota del impuesto a las transacciones subirá del del 0,4 al 0,6 por ciento. De ese porcentaje, un 0,25 por ciento operará como impuesto propiamente dicho y el 0,35 por ciento restante se podrá aplicar como anticipo para el pago de IVA y Ganancias.
"Quienes no paguen esos impuestos podrán descontarlo de las contribuciones patronales", agregó el funcionario. En efectos, para el caso de los monotributistas que estén en las categoría 4, 5, 6 y 7, que antes podían pedir a sus bancos que no le carguen ese 0,35 por ciento que opera como anticipo porque no tributaban ni Ganancias ni IVA, ahora tendrán que pagarlo y se les descontará de las contribuciones patronales, puesto que son categorías que deben tener empleados a su cargo.
En tanto, aquellos que estén en las categorías 1, 2 y 3 podrán, como hasta ahora, solicitarle a las entidades financieras en las que operan que no le aplique la porción del tributo que funciona como anticipo impositivo. "Estas medidas permitirán atacar tanto la evasión impositiva como al empleo en negro", destacó Farré.
El funcionario aclaró también que este año "no habrá devolución" del impuesto a las ganancias para quienes cobran hasta 1.500 pesos, como estaba previsto, aunque aclaró que no serán alcanzados por ese gravamen a partir del año próximo.
Acerca de las contribuciones patronales de las empresas de servicios, confirmó que se elevará en cuatro puntos porcentuales. "Los empleadores cuya actividad principal sea la locación o prestación de servicios, excepto las pymes (aquellas que tengan menos de 40 empleados) y las obras sociales, incrementarán sus contribuciones de 16 a 20 por ciento, mientras que el resto seguirá con el 16 por ciento", afirmó Farré.
Por último, Farré planteó que el aumento de 10 centavos en el impuesto a la transferencia de combustibles (ITC) se aplicará a partir de la publicación de la ley en el boletín oficial.
La medida deja sin efecto la rebaja que en el precio de ese combustible rige desde el 15 de junio y que caducará en el momento en que se publique la ley de déficit cero.
La Ciudad
