Colombia amaneció ayer feliz con la conquista de una Copa América inédita, no sólo porque su selección la ganó por primera vez, sino también porque su podio reflejó el firme avance de Centroamérica y el torneo, además, pareció exceder claramente su aspecto deportivo.
"Fue él éxito más importante en la historia del fútbol colombiano", admitió el técnico Francisco Maturana, otra vez en el primer plano, pues fue también él quien dio a su país la primera Copa Libertadores de América a nivel de clubes y los dos primeros boletos a un Mundial de la Fifa.
Pero Maturana, de 52 años, uno de los pocos miembros del plantel que amaneció ayer en Bogotá junto con apenas un puñado de jugadores, aceptó que la copa dejó un mensaje al sufrido pueblo colombiano, como se lo reconoció especialmente el domingo el propio presidente de ese país, Andrés Pastrana.
La prensa recogió también ese mensaje, aunque con salvedades en algunos casos, mientras los festejos, pacíficos en el estadio, arrojaron al menos cuatro muertos, tres en Bogotá y uno en Medellín, más de 50 heridos y cientos de detenidos.
En términos deportivos, Colombia fue la campeona más rendidora en la historia de la copa, al menos en los números, que indican 6 victorias en 6 partidos, 11 goles a favor y ninguno en contra, un dato que confirma que la selección de Maturana no sólo intentó el fútbol lindo que proclama el DT sino que, ante todo, exhibió un sistema defensivo fuerte y efectivo.
Sólo dos selecciones lograron el título anteriormente ganando todos sus partidos y sin sufrir goles en contra: Uruguay en 1917 y Argentina en 1921, pero en ambos casos jugaron apenas tres partidos.
Los medios eligen a Víctor Hugo Aristizábal, de 30 años, artillero del torneo con 6 goles, como la mejor figura de la copa. Desde Medellín, Aristi confirmó ayer que posiblemente se aleje del Deportivo Cali para retornar al San Pablo de Brasil.
La selección, dijo a su vez Maturana, retomará los trabajos en cuatro o cinco días con vistas al partido del 15 de agosto ante Perú, clave para mejorar el difícil sexto puesto en las eliminatorias, que por ahora lo deja fuera del Mundial 2002, como adviertieron ayer algunos diarios.
Justamente qué formación debería presentar ahora Maturana para las eliminatorias (si mantener el mismo equipo de la Copa América o convocar a algunas estrellas que no utilizó en este torneo) es la pregunta que más se hacen los analistas, que recuerdan los nombres de Juan Pablo Angel, Mauricio Serna y Freddy Rincón, entre otros.
Ocurre que la selección que ganó la Copa América dio al fútbol mayor colombiano su primer título internacional desde la creación en 1925 de la federación local, pues los anteriores habían sido de sus selecciones juveniles, en el torneo Esperanzas de Toulon, en 1999 y 2000.
Hasta ese entonces, el día de gloria de la selección mayor de Colombia había sido el 5 a 0 ante Argentina en Buenos Aires, por eliminatorias al Mundial 94, en el cual sin embargo la selección fracasó, rápidamente eliminada, con el trauma posterior del asesinato del zaguero Andrés Escobar.
La etapa de oro de Maturana técnico nació con el tercer puesto de la Copa América de Argentina 87, con un fútbol lujoso que tuvo como máximo exponente a Carlos Valderrama, además de Rincón, Faustino Asprilla y el extrovertido arquero René Higuita, entre otros.
Nombres que se sumaron a los más legendarios de Efraín Sánchez, Carlos Arango y Maravilla Gamboa y que se prolongan hoy en el de Oscar Córdoba, acaso el futbolista colombiano de mayor renombre del momento, tras el bicampeonato de la Copa Libertadores ganado con Boca.
Si bien hay que tener en cuenta que no concurrió Argentina y que las otras selecciones sudamericanas de mayor potencial asistieron con equipos alternativos, esta copa reflejó un firme avance del fútbol centroamericano, al punto que el podio se completó con México segundo y Honduras tercero, mientras que Paulo Wanchope, de Costa Rica, fue la gran figura de la primera fase.
Un dato para tener en cuenta fue la asistencia récord, 365.131 personas (22.000 por cotejo), y una recaudación que superó los 4 millones de dólares, lo que reflejó la participación popular de un torneo por el que Colombia apostó con éxito.
Condecoraciones
El presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, el principal defensor de Colombia como organizador de la Copa América, fue condecorado ayer por la policía. El subdirector de la policía de Colombia, Alfredo Salgado, le impuso a Nicolás Leoz la medalla Al Mérito Ciudadano. Leoz le entregó a la policía una réplica de la Copa América.
La fuerza de seguridad también concedió la medalla al titular de la Federación Colombiana de Fútbol, Alvaro Fina, a Jorge Correa y a Alvaro González, responsables de la organización del torneo.