Los accidentes de tránsito en el departamento Rosario van en aumento. Durante el primer semestre de este año, hubo un incremento del 9,8 por ciento en la cantidad de choques registrados con respecto al mismo período del 2000. También hay más lesionados, un 10.13%. Sin embargo, los muertos fueron menos, de 47 descendieron a 31. Creen que este último dato obedece a los controles de velocidad y alcoholemia que se implementaron. Los que están más desprotegidos son los peatones: se duplicó la cifra de fallecidos. Y también los que conducen rodados menores (moto, ciclomotor y bicicleta) ya que el número de heridos supera ampliamente al de los que van en un auto.
La tendencia es similar en el resto de la provincia, aunque más grave, ya que creció el número de fallecidos. Santa Fe es la segunda provincia con mayor índice de mortalidad en accidentes, después de Buenos Aires y por delante de Córdoba.
Las estadísticas reflejan una realidad preocupante que todavía no se ha podido revertir, más allá de que haya descendido la gravedad de los traumas provocados por los choques en el caso de Rosario. Frente a este cuadro, el director provincial de Accidentología y Emergencias Sanitarias (Dipaes), Eduardo Wagner, apuntó a La Capital que "si no existe la decisión política para sancionar a los infractores y no se respetan las normas de tránsito no mejorará la situación".
Más de la mitad de los choques
El número de choques en el departamento Rosario subió de 22.994 a 25.434 entre los primeros seis meses del año pasado y del 2001, según datos de la Dipaes, dependiente del Ministerio de Salud de la provincia. Estas cifras representan un 66% del total de colisiones que se producen en el territorio santafesino. La cantidad de lesionados pasó de los 1.349 a los 1.501. Y bajó el índice de muertos, contabilizándose sólo a los fallecidos dentro de las 24 horas posteriores al hecho.
Elizabeth Meyer, de la organización de familiares de víctimas del tránsito Protejamos la Vida, hizo dos análisis de los números. Por un lado, dijo que el aumento de los accidentes obedece a que existe "un comportamiento anómico de los conductores, conocen las normas de tránsito pero las incumplen a la hora de manejar". Meyer agregó que el 90% de los choques se produce por esa causa. Y reconoció que hay dos maneras para que la gente "adhiera" a las normas: "o las internaliza y las pone en práctica, o se las hace cumplir con más controles".
Por otra parte, coincidió con las autoridades municipales en que el descenso en los índices de mortalidad en Rosario se debe a los controles de velocidad y alcoholemia. "En la ciudad bajó la velocidad de conducción y por ende la gravedad de los traumas en las colisiones. Controlar la velocidad y el consumo de alcohol es apuntar a dos de las causas de los choques más graves", razonó.
Aunque disminuyó el número de muertos, el de los peatones que perdieron la vida se duplicó. En el primer semestre de 2000 hubo cinco víctimas fatales, y este año, diez. Rosario tiene una ordenanza que contempla sanciones para quienes no cumplan con las normas en cuanto a los peatones, pero es muy difícil de poner en práctica.
La tendencia ascendente en cuanto al índice de colisiones arrastra a la cantidad de heridos. Y en ese sentido, los más desprotegidos son los motociclistas y ciclistas. Para el primer caso, se empezó por controlar el uso del casco con el objetivo de que descendiera la gravedad de las lesiones. Y los que andan en bicicleta parecen estar olvidados. El plan para construir más ciclovías está postergado por razones presupuestarias.
En la provincia, la situación es más preocupante. El número de accidentes subió de 35.780 a 38.276, entre el 1 de enero y el 31 de julio de 2000 y de 2001 respectivamente. Los lesionados treparon de 5.077 a 5.455. Y los muertos, de 218 a 239. Según el Registro Nacional de Antecedentes de Tránsito (Renat), Santa Fe es la segunda provincia con mayor cantidad de víctimas fatales en accidentes.
Con los datos en la mano, el director provincial de Accidentología y Emergencias Sanitarias afirmó que los caminos para mejorar esta situación son la prevención y la sanción. "Las campañas de prevención están bien hechas y llegan bien, pero hay que poner límites a los infractores y sancionarlos", remarcó.
El gobierno provincial avanzó este año con la unificación del uso del sistema electrónico (radares) del control de velocidad. Y el gobernador Reutemann tiene para aprobar una campaña de difusión en prevención de accidentes que apunta a la velocidad, el consumo de alcohol y el uso del casco y el cinturón. Todavía hay mucho por hacer.