Una inundación subterránea en una mina de zinc dejó un saldo de más de 200 muertos en la región china de Guangxi, según indicaron ayer medios locales y acorde a la confirmación de un funcionario. El gobierno chino consiguió ocultar la tragedia durante dos semanas, pero un reporte del Shanghai Youth Daily sacó a la luz el accidente, ocurrido el 16 de julio.
Más de 200 mineros se hallaban 50 metros bajo tierra en la ciudad de Dachang, distrito de Nandan, cuando el agua inundó el pozo y los atrapó, indicó una autoridad de la ciudad, confirmando el informe. "No hay esperanza. Todo está inundado", añadió.
La gente que está a cargo de la mina montó su propia e infructuosa operación de rescate sin ayuda exterior ni los equipos necesarios para realizarla, admitió el funcionario. Pero las bombas eran tan pequeñas que luego de dos semanas aún estaban bombeando agua fuera del pozo.
El equipo de una emisora local de televisión confirmó que poseía información sobre el accidente, pero el departamento de propaganda del comité del Partido Comunista local le prohibió difundirla. Según se sabe, aproximadamente diez mil mineros chinos mueren cada año en accidentes.
Un error
Shanghai Youth Daily señaló que trabajadores en un dormitorio propiedad de la mina le indicaron a su reportero que diez supervisores y cinco grupos de 40 mineros estaban bajo tierra cuando el pozo se inundó. Accidentalmente, los mineros perforaron un pozo abandonado que había sido deliberadamente inundado para ayudar a la estabilidad.
Según se indicó, a los familiares de las víctimas, que provenían de Guangxi y la vecina provincia de Guizhou, ya se les ha pagado unos 20 mil yuan (2.400 dólares) en compensación, pero se les indicó que no hablaran sobre el accidente, de acuerdo al reporte. Equipos de rescate recobraron 70 cuerpos y devolvieron 30 a los allegados. En tanto, un equipo de seguridad le impidió al reportero del periódico que visitara la mina.