Drogas, prostitución, estafas, tenencia de armas de guerra: este es el cóctel de delitos que tenía como común denominador a una banda de cinco personas que acaban de ser procesadas como integrantes de una asociación ilícita, cuya actividad principal consistía en la construcción de carpetas con documentación falsa para tramitar préstamos bancarios.
La organización fue desbaratada a fines de febrero pasado, cuando la Prefectura Naval secuestró documentación apócrifa, una ametralladora, un revólver calibre 38 largo y material pornográfico en las viviendas de cinco personas que ahora fueron procesadas por la jueza destrucción Nº 6, Raquel Cosgaya, acusados de estafa, falsificación de documento privado y de sellos y asociación ilícita. La resolución, que fue apelada, recayó sobre David Pablo Mayo, Rubén Edgardo Díaz, Norma Susana Ibáñez, Gonzalo Andrés Godoy y Lelio Omar Serafini, este último como presunto organizador.
Según la resolución, la banda se dedicaba a fabricar "identidades": carpetas con documentación apócrifa para acreditar solvencia. Los estafadores falsificaban recibos de sueldo e impuestos para tramitar créditos bancarios o comprar electrodomésticos. Los defraudadores operaban desde hace 3 años y tenían al menos diez clientes que pagaban el servicio en efectivo o con bienes adquiridos mediante el engaño.
A Serafini, acusado de ser el organizador de los fraudes, le secuestraron formularios falsos de todo tipo en su casa. A él se habrían reportado Mayo, acusado de hacer el contacto con los "clientes"; Díaz, que figuraba como empleador en los recibos de sueldo; Godoy, en cuya computadora se hallaron programas de falsificación; e Ibáñez, que trabajaba en un local de Corrientes 328 donde aparecieron legajos apócrifos.
Corrupción de menores
Junto a ellos, los hermanos Fernando y Gustavo Medina fueron procesados por adulterar documentación y tres de los "clientes" fueron acusados de estafa. De los imputados, los únicos que siguen presos son Serafini -acusado de un delito que no es excarcelable- y Díaz. Este último sigue preso por su "peligrosidad procesal", ya que afronta causas por consumo de drogas y tenencia de armas de guerra en un juzgado Federal.\También fue procesado por corrupción de menores, a raíz del material pornográfico que involucraba a unas siete jovencitas de 13 a 17 años. Se trata de álbumes de chicas desnudas y parejas de menores en poses de sexo explícito, si bien no se acreditó que indujera a las jovencitas a la prostitución o que lucrara con ellas.