Albino Ponce salvó su vida de milagro. En su carnicería de la zona noroeste de la ciudad fue víctima del noveno robo que le toca sufrir. Claro que en esta oportunidad los asaltantes no fueron nada pacíficos: cuando el carnicero quiso evitar el atraco saliendo del local recibió dos balazos a quemarropa. Tuvo suerte, sólo uno de los disparos le rozó la espalda y puede contar la historia.
El suceso ocurrió cerca de las 20 del jueves en la carnicería que Ponce tiene en Gorriti 1884. Albino, de 51 años, estaba por atender a una clienta cuando ingresaron dos muchachos simulando ser clientes. "Como los tipos me parecieron sospechosos les pregunté qué querían. Me preguntaron si tenía asado y les respondí que no", explicó el comerciante.
Entonces Ponce se percató de las verdaderas intenciones de los supuestos clientes y en vez de dirigirse hacia la heladera para buscar la carne que tenía que venderle a la clienta, corrió hacia atrás del local.
La respuesta de los maleantes no se hizo esperar. Uno los ladrones extrajo un arma de la cintura y le gritó "que no se moviera". En ese momento, el ladrón gatilló un revólver calibre 22 y uno de los dos balazos lo rozó en la espalda y lo hirió en forma superficial, aunque el comerciante no pudo precisar dónde impactó el otro disparo.
Un pedido en el momento justo
La carnicería se conecta en la parte posterior con una verdulería lindante. Allí estaba uno de los dueños del comercio que escuchó el llamado de Albino pidiendo ayuda. "Simón, dame el revólver que tengo a los choros", gritó el comerciante.
El pedido de auxilio de Albino provocó que los maleantes abandonaran el local sin llevarse nada y a la carrera. Ponce fue auxiliado por los vecinos y poco después una ambulancia lo trasladó al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, donde tras las curaciones de rigor los médicos de ese centro asistencial le dieron el alta.
"En el hospital me hicieron varias radiografías que establecieron que el proyectil no me había afectado ningún órgano, que sólo era algo superficial", comentó Albino mientras atendía sin cesar a los clientes que la mañana de ayer llegaban a su local.
Una historia de robos
Hace once años que Ponce abrió la carnicería en Gorriti al 1800 y ya fue asaltado en nueve oportunidades. El último atraco ocurrió el 7 de mayo de 2000 y también el episodio tuvo un desenlace violento ya que el comerciante resultó herido. "Entraron dos tipos y me obligaron a tirarme al suelo. Uno me sacó la plata de la caja registradora y cuando los miré me pegaron un fierrazo y una patada en la cabeza", recordó.
Ese día Ponce debió ser trasladado al Hospital Alberdi, donde fue suturado con dos puntos porque sufrió un corte en el cuero cabelludo. Ayer a la mañana mientras atendía a los clientes, Albino parecía tranquilo, aunque estaba "cansado" por los numerosos atracos que sufrió.
Por otra parte, el carnicero describió a los asaltantes como "dos jóvenes con cabello corto y vestidos con vaquero y pulóver". El caso es investigado por la comisaría 8ª, con jurisdicción en la zona donde ocurrió el ilícito.