La inquietud de los mercados por las negociaciones entre el Ejecutivo y el Senado por la aprobación del proyecto de déficit cero volvió a expresarse ayer en una caída de los títulos públicos, la suba del riesgo país y el aumento de las tasas de interés. En cambio, el índice Merval de la Bolsa porteña cerró con una leve alza del 0,22%. "Por momentos, los títulos acusaron un flujo interesante de negocios, fue el único hecho relevante en una jornada marcada por la incertidumbre", recalcó Rodolfo Acosta, analista de Mercado Abierto. Esa indefinición empujó al riesgo soberano, según el marcador Embi+ de JP Morgan, que trepó 102 PB en comparación con el jueves, y cerró en 1.612PB. "Cerramos mal como venía la semana, el riesgo argentino resume un poco cuál es el verdadero valor de nuestros instrumentos de deuda, el Senado fue el fantasma que marcó el ritmo durante estos cinco días", indicó Pablo Luna, analista del Credicoop. El "call money" hizo sonar otra alarma. Se detectó un fuerte incremento de la demanda. Esta situación, sumada a la iliquidez del sector bancario, empujó las tasas a niveles que hacía tiempo no tocaban. Por eso, la tasa interbancaria se negoció a 60% en pesos, aunque la intervención del Banco Central permitió que cerrara entre 30% y 35%. En dólares llegó a 25% para cerrar entre 18 y 23%. Para calmar la ansiedad bancaria, el Central redujo en un punto porcentual los requisitos mínimos de liquidez sobre los depósitos a plazo fijo y admitió que se compute como efectivo mínimo al dinero en tránsito y en poder de las transportadoras de caudales. Esta medida implica una inyección de unos 1.400 millones de dólares adicionales al sistema financiero. La autoridad monetaria informó que redujo los requisitos para los plazos fijos con vencimiento residual inferior a los 89 días, que representan el 90% del total de los depósitos a plazo, del 22% al 21%. De forma complementaria, y con el propósito de facilitar a las entidades financieras el cumplimiento de las exigencias de reservas de liquidez, el BCRA admitirá para el bimestre julio-agosto la integración de hasta 70% de la exigencia de los requisitos mínimos con el saldo de las cuentas corrientes en pesos de las entidades financieras abiertas en el Central. La entidad rectora de la política monetaria explicó que "se trata de una opción para los bancos que apunta a flexibilizar aspectos técnicos de la operatoria sin impactar directamente en las reservas de liquidez del sistema". Las medidas lograron frenar en parte el incendio en el mercado financiero interbancario. En la Bolsa, en tanto, la posibilidad de un avance en las negociaciones entre funcionarios de Economía y el Senado llevó cierto alivio a los operadores. Aún así, el volumen de operaciones siguió en retracción, con 13 millones de pesos. El sector de los títulos públicos siguió respondiendo con escepticismo a los vaivenes políticos y a la posición de las calificadoras de riesgo, que miran con recelo la capacidad de la argentina para cumplir con el pago de la deuda. Los bonos globales 2008 cayeron ayer 2,33% y los que tienen duración hasta el año 2017 perdieron 4,37%. En cambio, dos de las tres de las modalidades de bonos "bradies" cerraron con márgenes a favor. En la Bolsa, el Merval acumula una pérdida del 3,38% en cinco ruedas, 19,75% en lo que va de julio y 22,55% desde fines de diciembre.
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