Los piqueteros ratificaron ayer que el próximo martes harán cortes masivos de rutas en todo el país en protesta por el ajuste económico tras no haber llegado a un acuerdo con el gobierno que, por otra parte, decidió intimar a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) a no participar de la medida, a la que considera ilegal.
La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, insistió en exigir que no se corten las rutas y que se cambie la modalidad de la protesta.
Por su parte, los piqueteros afirmaron que Bullrich no quiso aceptar que los manifestantes se limiten a dejar paso a los automóviles "a los costados" de las rutas y que por eso seguirán adelante con lo planeado.
Bullrich decidió ayer intimar a la CTA y a los estatales de ATE, que adhirieron a los piquetes, para que no participen porque "deben encuadrarse, como cualquier organización", en modalidades de reclamo admitidas por la Constitución nacional.
El ministro del Interior, Ramón Mestre, expresó su confianza de que por medio del "diálogo y la disuasión" el gobierno logre impedir que los piqueteros cumplan con su amenaza de protesta.
Anteayer, en un intento por convencer a los piqueteros de que levanten la medida de fuerza o modificaran la metodología de protesta, la titular de la cartera laboral recibió a representantes de los piquetes, pero no hubo acuerdo alguno.
Ninguno de los dos sectores, sin embargo, dio por terminadas las negociaciones y ratificaron que el diálogo continuará abierto.
Protesta pacífica
Los piqueteros aseguraron que en todos los casos habrá "caminos alternativos", que la protesta será "pacífica, polisectorial y pasiva" y afirmaron que contarán con la adhesión, además de desocupados, de "estatales, docentes y jubilados".
Asimismo, anticiparon algunos detalles de la modalidad del corte y señalaron que en la ruta 3 de La Matanza, se prevé que unas diez mil personas interrumpan el tránsito.
Dijeron que también se preparan cortes en Aguilares, Tucumán, pero rehusaron precisar en qué otros lugares lo harán "para evitar represión" y que "la Side haga alguna picardía", según afirmaron ayer dos de los principales organizadores de la protesta, Juan Carlos Alderete y Luis D'Elía.
En tanto, los gobiernos de Santa Fe y de Buenos Aires anticiparon su rechazo a esa modalidad de protesta, mientras el gobierno esperaba lograr una postura coordinada para enfrentar los piquetes.
Para Mestre "se ha abierto una etapa de diálogo y pretendemos que por la vía de la disuasión podamos impedir que se pueda interrumpir el tránsito y que puedan funcionar el resto de las actividades económico-productivas".
Frente a la amenaza de los piqueteros de cortar el próximo martes distintas rutas del país en rechazo al ajuste, el ministro reiteró que el gobierno reconoce "la legitimidad de la protesta", pero también tiene la "obligación de garantizar el libre desplazamiento de la gente". Bullrich, sin embargo, se ocupó de aclarar que "no hablamos de represión" sino de que "los organizadores asuman la responsabilidad" de lo que pueda ocurrir, en alusión a posibles incidentes violentos.