Crisis. El ministro de Desarrollo Social se quejó por los recortes en su área

Juan Pablo Cafiero: "Los representantes de la mafia financiera deben ir a prisión"

Nueva embestida contra los mercados. Storani admitió que el gobierno nacional no es "chicha ni limonada"

Preocupado por el recorte en los fondos de su cartera en virtud del nuevo ajuste impuesto por la crisis económica, el ministro de Desarrollo Social, Juan Pablo Cafiero, pidió ayer "todo el rigor de la ley, y aún la prisión, para la mafia financiera que está generando la incertidumbre en la Argentina".
En esta renovada embestida contra quienes priorizan el mercado por encima de la asistencia social, Cafiero utilizó el lenguaje de esos sectores para advertir que el "el riesgo país es no ocuparse de los niños".
El único ministro del Frepaso en el gabinete nacional (que el jueves había embestido con fuerza contra los mercados), profundizó ayer su reclamo y pidió "todo el rigor de la ley, y aun la prisión, para la mafia financiera que está generando la incertidumbre en la Argentina". Ante sus pares de todo el país, Cafiero se quejó ayer de que "los fondos sociales de este trimestre fueron cortados en términos economicistas como si fueran los gastos de Cancillería".
"En condiciones normales jamás hubiéramos aceptado este nivel de extorsión de los sectores financieros", dijo, en tanto reclamó que los fondos sociales sean "blindados" y que "el déficit cero no es neutro, porque hay que decidir a quien se le paga primero".
Paralelamente, el ex ministro del Interior Federico Storani advirtió ayer que hay en el país "un mar de fondo de conflicto social basado en cuestiones reales", volvió a cuestionar la política económica del gobierno que está "muy alejada de lo que votó la gente".
"No es tan fácil para políticas tan antipopulares, conseguir apoyo político y además hacerlo con paz social". Explicó por enésima vez que el Ejecutivo que "ya no es la Alianza que lo llevó al poder; tampoco ha conformado una nueva alianza que lo sustente".
Calificó a esta situación como "doblemente peligrosa en crisis económica" porque "no tener apoyo político fuerte o debilidad política, profundiza la actual crisis".
En este sentido, confesó entonces; "Yo no me identifico en el gobierno con los postulados históricos de la Unión Cívica Radical. El Ejecutivo no actúa como un gobierno de coalición, está muy alejado de lo que votó la gente y hoy no es ni chicha ni limonada".
El dirigente radical volvió a reclamar entonces un "acuerdo político amplio" para cambiar el rumbo porque "no es tan fácil para políticas tan antipopulares como las que se impulsan hoy conseguir apoyo político y además hacerlo con paz social. Hay un mar de fondo de conflicto social basado en cuestiones reales".