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Homenaje al toro de lidia

Vaya mi eterno homenaje al toro de lidia, inocente mártir de tan absurdo holocausto, y mi profundo desprecio a los festejos de San Fermín, España. A qué tipo de enajenación y perturbación mental puede llegar una persona, participando o viendo como cinco o seis toros corren por más de ochocientos metros a cientos de desequilibrados mentales. Los casi quinientos heridos en las calles de Pamplona no justifican ni siquiera un gramo de adrenalina elaborada por los toros en tan absurda corrida.
César Román