Año CXXXIV
 Nº 49.191
Rosario,
sábado  28 de
julio de 2001
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Primera victoria de Al Fayed por el fatal accidente de su hijo Dodi y Diana
El empresario egipcio logró que cuatro años después del siniestro se inculpe a varios fotógrafos

El empresario egipcio Mohammed Al Fayed logró que cuatro años después de las muertes de su hijo Dodi y de la princesa Diana los fotógrafos que la noche del accidente los seguían por las calles de París sean incriminados por "atentado a la intimidad de la vida privada". El millonario, dueño de las grandes tiendas londinenses Harrod's, no tiene dudas; para él los responsables últimos del accidente del 31 de agosto de 1991 son los reporteros fotográficos y deben pagar por eso.
Si no hubiera sido por ellos, el chofer del Mercedes que llevaba a Dodi y Diana no habría ido tan rápido, y no habría perdido el control del vehículo.
Al Fayed hizo lo posible para hallar un castigo. Gastó sumas colosales en abogados, y en estos días puede cantar victoria por primera vez: consiguió la incriminación de ocho de ellos en el marco de una investigación realizada por la jueza de Instrucción Muriel Josié.
La acusación de "atentado a la intimidad de la vida privada" se basa en el comportamiento de los fotógrafos en el túnel del Alma, inmediatamente después del choque del Mercedes contra un pilar: en lugar de prestar ayuda, tomaron cientos de fotos ante Diana moribunda, con un "hilo de sangre que salía de la boca". Para los abogados de Al Fayed, en este comportamiento se basa el delito. Con las fotos, los "paparazzi" habrían invadido un "espacio privado".
La jueza Josié se decidió a las incriminaciones tras una sentencia de marzo de 2000 con la que la Corte de Apelaciones de París reconoció un status de "lugar privado" al interior de los vehículos que circulan por la calle. Los fotógrafos, por lo tanto, no tenían ningún derecho a disparar sus cámaras.
Sin embargo, muchos juristas tienen dudas sobre los fundamentos del fallo, y subrayan otro punto crucial. ¿Dónde está el delito si hasta ahora no se publicó ni una sola de las instantáneas de Diana agonizante y de Dodi muerto?
Al Fayed, por otra parte, se lanzó a esta pista por no tener ninguna otra opción en su cruzada contra los fotógrafos. No consiguió que fueran acusados ni de homicidio involuntario ni de omisión de auxilio.
En este "encarnizamiento judicial" contra los ocho fotógrafos (un noveno se salvó de ser enjuiciado porque no tomó imágenes de Dodi y Diana entre los hierros retorcidos), Al Fayed está movido no sólo por un sentimiento de venganza personal por el hijo perdido.
En teoría, la familia de Diana podría pedirle a él indemnizaciones millonarias si la tragedia se atribuye totalmente al chofer, un poco bebido, que iba al volante del Mercedes y que era empleado suyo.
El atentado a la intimidad de la vida privada se castiga en Francia con una condena de hasta un año de cárcel, y el destino quiso que la incriminación de los fotógrafos coincidiera con el vigésimo aniversario de la brillante -y luego desastrosa- boda entre Diana y el príncipe Carlos.


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