Jerusalén.- Un joven israelí de 17 años resultó muerto anoche (hora local) en una carretera cisjordana, horas después de que los palestinos juraran venganza en el funeral de un militante muerto por un misil del ejército y tres atentados explosivos sacudieran el norte de Cisjordania sin causar víctimas. El coche, en el que viajaba el joven con varios miembros de su familia, circulaba por una carretera situada en el norte de Jerusalén y en dirección al asentamiento judío de Juivon Hahadacha cuando fue baleado por activistas palestinos, según informó radio Israel. Previamente tres bombas estallaron cerca de vehículos israelíes en el norte de Cisjordania, cerca de Jenín, sin que se registraran víctimas. Uno de los dispositivos estalló cerca de un autobús que llevaba niñas israelíes de la escuela a sus casas, según colonos. El autobús estaba blindado. La explosión cerca del ómnibus, que llevaba escolares residentes en el sector, ocurrió a la altura de la colonia de Enav, en la carretera entre Tulkarem y Nablús, indicó la radio pública israelí. Horas antes, dos cargas estallaron en un intervalo de pocos minutos sin causar víctimas cerca de la base israelí de paracaidistas de Sanur, al sur de la ciudad de Jenín, en el norte de Cisjordania, indicó un portavoz militar. Poco después de la muerte de un joven colono baleado por palestinos, Israel bombardeó un puesto de los servicios de seguridad palestinos en Cisjordania, dijeron testigos. El puesto de seguridad, ubicado al norte de Ramala, pertenece a la Fuerza 17, la guardia del presidente palestino, Yasser Arafat. Según las primeras informaciones, el bombardeo no provocó víctimas, pero se registró un intercambio de disparos entre los guardias palestinos y soldados israelíes que se dirigían a una zona cercana a Ramala bajo control palestino. Otros choques se reportaron en cercanías de Beitunia, al sur de Ramala. Miles de palestinos amenazaron con más ataques suicidas contra Israel mientras marchaban por las calles de Nablús, en Cisjordania, en la ruidosa procesión fúnebre de un activista del movimiento radical Hamas abatido la víspera por Israel. Militantes enmascarados de Hamas llevaron en hombros el ataúd de Saleh Darwaza por las calles abarrotadas de la ciudad, mientras una veintena de activistas disparaban sus armas al aire. Los partidarios de Hamas, que han realizado numerosos atentados suicidas en el actual conflicto, dijeron que podía contarse con muchos militantes más dispuestos a morir en ataques de ese tipo. Las tropas israelíes dispararon el miércoles varios cohetes que alcanzaron el automóvil que guiaba Darwaza por una calle de Nablús.
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