El grupo Rioplatense, que acaba de aparecer en la escena de las artes plásticas rosarinas, está constituido por creadores que cuentan con una importante trayectoria: Rodolfo Elizalde, Liliana Gastón, Emilio Ghilioni, Elba Nalda Querol, Adolfo Nigro, Hugo Padeletti, Rodolfo Perassi y Julián Usandizaga. Salvo Nigro y Usandizaga, que desde hace años no viven en la ciudad, los restantes tienen en general un lugar ganado en el campo del arte local. La presidenta de la Academia Nacional de Bellas Artes, la rosarina Rosa María Ravera, quien es una destacada especialista en el arte en el país y en el mundo, fue la encargada de hacer la presentación de este nuevo grupo en una muestra que acaban de inaugurar en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia. Ravera observa que "las conexiones que los reúne y vincula entre sí y con otros compañeros, son múltiples, abiertas y por lo general tangenciales respecto de orientaciones de gran promoción internacional en el horizonte difuso, pero omnipresente, de la experimentación contemporánea". En ese sentido, advierte que estos artistas apuestan "a la pintura, a la gráfica, al collage, a la manipulación sabia y experta para dar cuenta del hecho estético como producto que, sin dejar de lado los aspectos conceptuales que toda estética encierra, quieren presentarse como experiencia vivida: con arraigo, raíces y herencia". Por eso, para Ravera, la globalización de la cultura no les ha llegado ni les llegará, porque en realidad ya se dieron cuenta de que el perfil regional, antes de ser meditado o proyectado, se ha hecho carne. "Lo llevan adherido a la piel -dice- desde hace años. El recuerdo del olor del río, el estrépito del grillo que canta, la línea del horizonte impávida y tierna, el campo, el suburbio. Son testimonios de provincia". Ravera hace notar que también existe una relación de las diferentes propuestas con la instancia constructiva y la racionalidad sensible del ordenamiento geométrico. "Un intertexto veraz que intentase dar cuenta de estos desarrollos en su localización precisa -explica- no tardaría en acudir al uruguayo Joaquín Torres García y a su aliado rosarino, Juan Grela. Sabemos sin embargo que la tentación de la forma suele conducir a su mismo aniquilamiento. Es entonces cuando aflora, en no pocas obras, una dilatación barroca que se expande con variaciones sin fórmula prefijada. La estructura es descentrada, pero también rehabilitada. Se la abandona, se la recalifica, se ahonda en ella con acentuada base existencial". En el recorrido, están las vivencias del campo de Elizalde, los personajes sin rostro de Gastón, la multiplicación de objetos de Ghilioni, el uso de material residual en forma alquímica por parte de Nigro, las máquinas del tiempo de Querol, la ascesis poética de Padeletti, las superficies con citaciones de Perassi y la mezcla de ideología, ironía y condena en los dibujos de Usandizaga que ilustran la realidad latinoamericana. La exposición se puede visitar hasta el 6 de agosto en el Rivadavia, San Martín 1080, de lunes a viernes, de 8 a 20, y sábados y domingos, de 10 a 20, con entrada gratuita. Para visitas guiadas hay que llamar al 4802401.
| "De Ariel emisor: la coima" de Julián Uzandizaga. | | Ampliar Foto | | |
|
|