Año CXXXIV
 Nº 49.187
Rosario,
martes  24 de
julio de 2001
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Torneo Molinas: Un empate tan pálido como la tarde
Newell's y Los Unidos no sólo igualaron 0 a 0 sino que además brindaron un mediocre encuentro

Mariano Bereznicki

Aburrido por aquí, aburrido por allá. Muchas ganas y poco y nada de fútbol. Baja temperatura y tarde nublada. Muchas pálidas encerradas en un mismo contexto. Es que tanto Newell's como Los Unidos protagonizaron un mediocre encuentro e hicieron muy poco para satisfacer al escaso puñado de gente que se animó a desafiar el frío para terminar viendo un pálido empate sin goles en la lejana cancha de Bella Vista por el torneo Clausura.
"Qué fresquete, viejo", fue el común denominador del público. Pero lo cierto que aguantar el frío no fue tan pesado como soportar ver lo que dentro de la cancha estaban haciendo los leprosos y los rojiblancos.
A decir verdad, pintaba para otra cosa. Porque había dos equipos que prometían dar batalla. Pero por lo visto de principio a fin, sólo fueron falsas expectativas.
Porque ni Newell's ni Los Unidos pudieron tomar el protagonismo del partido, más allá de las ganas y las escasas ideas para terminar una jugada cuando estaban de cara al arco.
Tanta fue la ineficacia de los delanteros cuando tenían sobre sus ojos a Pocrnjic y Bernardi, que los arqueros, en el balance final, tuvieron una jornada sin mayores sobresaltos.
La jugada más clara para el elenco visitante se produjo en la parte inicial, que dicho sea de paso fue muy trabada y friccionada, cuando Ricardo Vallejos remató solo frente al arquero y la pelota rebotó en el poste izquierdo de un estático Pocrnjic.

El complemento
En la segunda etapa, Los Unidos se quedó prácticamente sin resto físico y Newell's aprovechó esa leve ventaja para tratar de incomodar aunque más no sea a la defensa visitante.
Pero la lepra, que tuvo un poco más la pelota, careció de ideas a la hora de la verdad. En tanto, la visita mostró tener buenas individualidades pero le faltó trabajar más en conjunto.
Y fue por eso que ni uno ni otro pudieron quebrar el marcador y tuvieron que resignarse, al igual que la gente que encima del frío debió padecer el mediocre partido e irse de la cancha con un empate a cuestas.


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