Año CXXXIV
 Nº 49.187
Rosario,
martes  24 de
julio de 2001
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Para Reutemann, la actitud de algunos privados en la concesión del puerto "genera suspicacias"
Lole cuestionó que algunos integrantes del Enapro defienden los intereses de competidores del puerto local

El gobernador Carlos Reutemann le apuntó ayer a los directores del Ente Administrador Puerto Rosario (Enapro) que defienden los intereses de algunos puertos privados de la región y ponen trabas para que se complete el proceso de concesión de las terminales rosarinas de cargas generales.
El primer mandatario provincial calificó ayer como "tremendamente contradictoria" esa doble representación, y agregó que genera "suspicacias" el hecho de que puertos privados hayan venido ganando terreno gracias a la crisis de las instalaciones locales.
La crisis dentro del ente portuaria quedó reflejada ayer en la integración de la comitiva que viajó ayer rumbo a Tarragona (España) para reunirse con las empresas catalanas que integran el único grupo oferente en la licitación. Sólo viajaron cuatro de los siete integrantes del organismo: María Herminia Grande, el representante de la Cámara de Actividades Portuarias; Juan Carlos Vilanoba, el titular de La Fluvial Claudio Caprile y Miguel Calvo, designado por sectores ligados a la producción. En cambio, rechazaron la invitación Ana María Brunet, de la Cámara de Exportadores de la Bolsa de Comercio; Edgardo Moschita, designado por la Federación Gremial de Comercio e Industria; y Joe Petersen, directivo ligado a las agencias marítimas. El delegado de la Intendencia de Rosario, Joaquín Blanco, de algún modo se diferenció de los tres restantes aduciendo que razones de índole personal le impedían trasladarse a la Madre Patria.
Los directivos del Enapro se reunirán entre hoy y el jueves con los ejecutivos del grupo empresario tarragonés para tratar de allanar los inconvenientes en torno a las garantías de la concesión. En declaraciones radiales, María Herminia Grande cuestionó que "hay quienes dijeron basta por intereses y no por razones, dicen que no les interesa más, pero ¿cómo vamos a agotar el diálogo en un país que necesita imperiosamente agotar todas las instancias de diálogo? Sería imperdonable que no nos sentemos con nuestro único oferente".
La representante del gobierno provincial en el Enapro destacó que "a pesar de todos los obstáculos la provincia tiene muy clara su fe productiva. Agotaremos todas las instancias porque somos conscientes de que nuestro puerto en funcionamiento significa puestos de trabajos, empresas en funcionamiento, y eso no lo vamos a negociar".
Más duro aún fue el propio gobernador ayer por la mañana en la sede local de la Gobernación. Lole recordó que la de Tarragona "es la única oferta y no hay diez o cinco como se hubiera pretendido. Se estudia al máximo, pero veo que en el seno del Enapro es un tema que no tiene consenso".
Ante la pregunta de un reportero, Reutemann admitió que de algún modo en la privatización del puerto se está durmiendo con el enemigo, y calificó como "altamente contradictorio que alguien que integre el Enapro representando a los puertos privados, sabiendo lo fuerte que están algunos de esos puertos privados o (viendo) cómo fueron ganando en el mercado, evidentemente asoma la suspicacia de que alguien que está en algún puerto privado pueda tener interés en que salga otro puerto, siempre uno va a ser suspicaz en esto".
En rigor, los puertos privados del cordón industrial se desarrollaron gracias a la decadencia de los viejos "puertos sucios" del Estado. Surgieron a fines de los 70 con permisos precarios provistos por la dictadura militar y se consolidaron durante los 90 cuando se atendió con mayor rapidez la desregulación del Puerto de Buenos Aires que los del Litoral fluvial. "Hay sectores que directamente no quieren que esté en funcionamiento porque no les conviene", fustigó Grande y preguntó: "¿Dónde están los planes productivos que tienen para Rosario? Me gustaría conocerlos pero no las oigo, y sí aparecen a la hora de trabar, entorpecer y cortar la única posibilidad real y palpable que tenemos hoy de una inversión seria".
Mientras tanto, el concejal Raúl Milano, solitario portavoz de quienes se oponen a avanzar con la privatización, cuestionó que "el viaje es un despropósito, cuando todos los papeles que le han enviado están acá tener que ir hacia allá no tiene sentido".


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