Carlos Duclos
Según el fiscal de Cámaras Guillermo Camporini, no existe un auge desmedido de la ola delictiva, aunque reconoció que se ha incrementado la violencia en los delitos, especialmente en aquellos que se cometen contra la propiedad como los robos. Para el funcionario la solución a este fenómeno no pasa por aumentar las penas sino por mejorar las condiciones de vida en la sociedad. Durante una entrevista con La Capital, Camporini aseguró que aquel que delinque y luego recupera la libertad no tiene posibilidades de reinsertarse en la sociedad.
-¿Al Poder Judicial le cabe algún tipo de responsabilidad por el auge delictivo que se vive en el país?
-Formulada así la pregunta no me cabe duda de que al Poder Judicial no le cabe ningún tipo de responsabilidad por cuanto el auge delictual es producto de situaciones de otro tipo, fundamentalmente de carácter económico. El delito existe y va a existir siempre, pero ciertos tipos de delitos, como los robos, se agravan en momentos de crisis económica.
-Hay una corriente de pensamiento que impulsa que se den más garantías a los acusados de delitos. ¿Esto encaja en un contexto caracterizado por el pedido de la gente de mayor rigor?
-Que el sujeto que cometa un hecho delictivo tenga garantías creo que es propio de un sistema democrático y republicano. Lo que sucede es que hay que analizar qué se pretende, qué se busca. Por ejemplo, hay quienes se preguntan si puede seguirse con la ficción de que todos los delitos deben ser perseguidos de oficio por el Estado. Sin dudas el sistema está demostrando que el Estado, en este caso el Poder Judicial, no puede dar respuesta total y absoluta a todos los hechos delictivos que se producen. Ahora bien, muchas veces se escucha decir que se investigan los delitos llamados de bagatela y que aquellos que cometen una gran estafa o defraudación quedan en libertad. No hay que confundir a la gente con esos términos. Si tomamos al delito de bagatela por el monto del perjuicio, allí es donde seguramente se producirá la confusión. En un robo a mano armada la víctima, como se ve a diario, sufre la posibilidad de ser herida o terminar muerta por la sustracción de una suma de dinero que a veces no supera los 30 pesos. Podemos coincidir sí en que a veces se persiguen hechos que no tienen trascendencia, y que otros de mayor importancia por su complejidad y por no contarse con los medios adecuados, quedan muchas veces sin esclarecerse y eso genera una sensación de que se persiguen sólo los ilícitos de poca importancia.
-En las actuales circunstancias, sea porque la cantidad de delitos sobrepasa la posibilidad de los tribunales o porque el sistema en algunos aspectos fracasa, ¿se puede decir que hay denegación de Justicia?
-Sin dudas a algunos sectores les puede parecer que hay denegación de Justicia. Creo que aun con muchas fallas el sistema responde y en la mayoría de los casos hay un resultado. La gente piensa fundamentalmente que hay denegación de Justicia en delitos que están en auge como aquellos que están vinculados con la administración pública. Allí donde la gente tiene conciencia de que hay corrupción en los ámbitos vinculados al poder y no ve respuestas se genera esa sensación de denegación de Justicia o impunidad. No es el caso de la provincia de Santa Fe, pero en otros lugares donde se puede estar produciendo este fenómeno se observa una respuesta del Poder Judicial.
-¿La pena de prisión cumple hoy el fin para la que fue impuesta?
-Todos sabemos que la resocialización y reinserción del sujeto en el medio social es hoy una ficción. Hoy la persona que cae detenida pasa a ser un muerto en vida por la estigmatización que produce el estado de detención. Y si no hay trabajo para quien no tiene antecedentes penales, ¿qué posibilidades puede tener aquel que tiene antecedentes? Hoy al que va preso esta sociedad ya lo condena a que cuando recupere su libertad se apronte para volver, porque no tendrá oportunidad de reinsertarse en el medio social. Entonces lo único que le queda es volver a delinquir.
-¿Hay un auge del delito?
-Yo no creo que exista un auge entendido éste como una catarata de hechos delictivos. Eso sí, no podemos negar que hay un auge de violencia en la comisión de los hechos delictivos.
| |
La Ciudad
