El ser humano ve en tres dimensiones, debido a ciertos fenómenos visuales, como la perspectiva (tamaño aparente que depende de la distancia), la oclusión (bloqueo de los objetos ubicados atrás por aquéllos de adelante) y los efectos atmosféricos (poca nitidez de lo percibido a distancia). El más importante de todos –ausente en los dispositivos 2D tradicionales– es la estereosis, responsable de que los ojos no miren desde un mismo ángulo. Al interpretar correctamente esta diferencia, el cerebro revela con precisión la distribución del espacio.
Dada esta realidad fisiológica, cada forma de representación tridimensional avanzada intenta ofrecer dos imágenes distintas: una para cada ojo. Esto se logra mediante el uso de anteojos o diminutas pantallas oculares, y del denominado sistema autoestereoscópico (que transmite automáticamente diferentes imágenes a cada ojo, sin que el usuario emplee dispositivos artificiales).
Multiview 3D-LCD, tecnología desarrollada por Philips, promete mucho en este sentido. De hecho, no recurre a ninguna prótesis; permite libertad de movimiento, y puede ser utilizada por varias personas al mismo tiempo.
En las pantallas Multiview, una cubierta formada por lentes convexos es colocada sobre un LCD, de manera que el plano de la imagen LCD coincida con el plano focal de los lentes. Esto significa que, vista en forma perpendicular, es posible notar la porción del LCD ubicada debajo de cada lente. Al estar dividida en subpixeles, los ojos que miran a la pantalla desde distintos ángulos perciben diferentes pixeles. Y, si la información correcta de la imagen está puesta en diferentes pixeles (por ejemplo, un par de imágenes estéreo), el observador ve en 3D.
La ilustración presente en este artículo muestra el modo en que cada lente trabaja como un pequeño proyector, reflejando los pixeles individuales ubicados detrás de ésta y delante del usuario. Así, si una persona se encuentra en la posición indicada, su ojo izquierdo verá la imagen de un pixel bajo el lente, y el derecho, la de otro pixel.
Una de las principales ventajas del sistema 3D-LCD con respecto a los anteojos 3D es que aquél puede ser disfrutado por varios usuarios a la vez. Además, permite compartir la atención entre el monitor 3D y otro tipo de actividad (cosa imposible con los estrafalarios anteojos estereoscópicos).
Entre las empresas que desarrollan este tipo de pantallas, figuran Philips, Sharp, y Dimension Technologies (www.dti3d.com), compañía que lanzó al mercado los primeros ejemplares.
Un modelo de 18” cuesta alrededor de U$S 7.000, pero se espera que, con el crecimiento del mercado de monitores LCD comunes, el precio de los 3D-LCD también baje.
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La Ciudad
