Resident Evil 3: Nemesis (RE3) aporta pocos cambios con respecto a los dos capítulos anteriores. El jugador deberá recorrer zonas de Racoon City desde una perspectiva en tercera persona, matar zombis, buscar la forma de abrir puertas, e incluso oír diálogos mal actuados. Aunque la descripción suene monótona, lo cierto es que este título tiene buen clima, acción, y hasta sobresaltos. La protagonista es Jill Valentine, la misma del primer juego, y la historia comienza horas después de haber vencido por primera vez a Umbrella Corporation. En este capítulo, la joven debe escapar de la ciudad maldecida por experimentos genéticos de científicos inescrupulosos. En el camino, el jugador también tendrá la posibilidad de controlar a Carlos, ex empleado arrepentido de la compañía, aparentemente interesado en la heroína, pero que termina abandonándola cuando tiene “cosas más importantes que hacer”. RE3 se publicó originalmente en PlayStation hace un par de años, y comparte las limitaciones técnicas de los dos primeros títulos de la serie. Aunque las imágenes de baja resolución pueden aumentarse, los gráficos básicos siguen siendo muy simples. Otra limitación tiene que ver con las puertas que, cuando se las cruza, provocan un tiempo de carga irritante. Esta animación puede saltearse con F6, lo cual no impide que cada habitación funcione como un nivel separado, infranqueable por los enemigos. Para agudizar la tensión, Capcom se aseguró de que el malo máximo estuviera presente desde casi el principio del game, persiguiendo a Jill entre las habitaciones. Si bien huir sirve para esquivar ciertos enfrentamientos, a veces el combate es inevitable (ésta no es una idea revolucionaria, pero ayuda a romper con la rutina zombi/llave/diálogo). También hay momentos en que es posible elegir entre dos acciones, decisión que modifica el desarrollo del juego durante los minutos siguientes (al mejor estilo de los libros Elige tu propia aventura). En definitiva, la alternativa es simple: o se continúa criticando las convenciones de los juegos de consola, o se las acepta por lo que son. Lo cierto es que, en el caso de Resident Evil 3: Nemesis, dan ganas de seguir jugando (dura alrededor de cinco horas), y por tratarse del último título de la vieja generación, no está nada mal. l
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